“Llegue o no a buen puerto la intención de Musk de comprar Twitter, una cosa está clara: la red social tiene que vigorizar su crecimiento”, advirtió Fernando Maldonado, principal analyst de IDG Research.
El revuelo que Elon Musk ha causado en relación a la compra de acciones de Twitter y la posterior activación de un mecanismo de contención por parte de la red social tiene una lectura: algo falla en el modelo operativo de Twitter y su crecimiento futuro está en tela de juicio.
“El problema no es que desde su creación en 2006, y en comparación con Facebook, su crecimiento haya sido modesto. El problema es que mirando a futuro surgen dudas sobre cómo va a mantenerlo: los inversores cuestionan su crecimiento basado en el modelo de la publicidad”, comentó Maldonado. Desde su estreno, Twitter ha aumentado un 77% sus valores, mientras que la firma de Zuckerberg ha multiplicado por cuatro este valor.
La razón por la que los movimientos de Musk han acaparado la atención mediática tienen que ver, por un lado, con el excentricismo que rodea al personaje, y por otro, por su “halo” de pensamiento innovador y acertado en muchos casos, como ha demostrado con sus proyectos Space X o Tesla.
“Quizá Musk tenga un plan, pero no lo ha hecho público”, reflexionó el experto, aunque ha dado pistas de que cree que algo no funciona. Hasta el momento ha cuestionado la moderación de los contenidos, ha propuesto cambios en Twitter Blue, el modelo de suscripción de la red social y ha defendido la idea de hacer público su algoritmo de ranking de contenidos dando acceso a desarrolladores.
Estas ideas tienen sus lagunas, opinó Maldonado. La propuesta de dejar de moderar contenidos podría suponer una cortapisa para los anunciantes que, por ejemplo, no quieren que su publicidad aparezca cerca de algún mensaje de odio. Los modelos premium, por otra parte, reducen el número de usuarios y, por ende, el alcance de la plataforma; y no está claro el interés que la apertura de las “tripas” de Twitter puede suscitar en la comunidad de desarrolladores.
Estos planes, que carecen de una hoja de ruta sólida y detallada, son cuanto menos dudosos para el experto, sobre todo a la hora de convencer a los inversores que necesariamente necesita para financiar la compra.
El analista de IDG Research se preguntó cuál será la idea revolucionara que ronda la cabeza de Musk para asegurar el crecimiento de la compañía o, al menos, ganarse la confianza de los accionistas e inversores. “De momento, y hasta que no nos dé más pistas, la pregunta es si la propuesta es seria y si mantendrá el pulso con la dirección que se ha opuesto a su adquisición”.
–Nerea Bilbao, CIO.com