La junta directiva de Twitte cedió finalmente a la venta de la red social al dueño de Tesla, y una de las personas más ricas del planeta, Elon Musk, por 44,000 millones de dólares. Las negociaciones no fueron fáciles y se requirieron 10 jornadas de ‘estira y afloja’ en las que la cúpula de la plataforma llegó a activar el mecanismo conocido como poison pill (píldora venenosa) para ganar un año de tiempo y evitar que el magnate obtuviera más del 15% de las acciones –hasta la compra final poseía el 9%–. Pero, durante el fin de semana, el acercamiento de Musk con los inversionistas obligó a la multinacional a plegarse a su oferta.
El también fundador de SpaceX generó cierto rechazo entre usuarios y accionistas tras sus críticas a las técnicas de moderación de contenidos de la plataforma y tras erigirse como absolutista de la libertad de expresión.
Entre sus primeras ideas, está la de insertar un botón de edición de tuits y luchar contra los llamados bots y cuentas falsas. Asimismo, ha propuesto cambios en Twitter Blue, la propuesta de suscripción de la red social y ha defendido la idea de hacer público su algoritmo de ranking dando acceso a desarrolladores.
Tal y como cuenta en este artículo Fernando Maldonado, analista principal de IDG Research, uno de los grandes problemas a los que se enfrentaba la junta de accionistas es que, desde su creación en 2006, su crecimiento ha sido modesto y se duda de su sistema de ingresos basado en el modelo de publicidad.
Según los términos del acuerdo, los accionistas de Twitter recibirán 54.20 dólares en efectivo por acción, lo que representa una prima del 38% con respecto al cierre de la Bolsa el 1 de abril. El hasta ahora CEO de la red social, Pag Agrawal, resaltó la importancia de Twitter como plataforma de “propósito y relevancia que tiene impacto en todo el mundo”. Por su parte, Musk ha dicho que “la libertad de expresión es la base para que funcionen las democracias, y Twitter es la plaza pública digital en la que se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad. Quiero llevarla al éxito con nuevas funcionalidades haciendo que los algoritmos sean de código abierto para aumentar la confianza, derrotar al spam y autentificar a todas las personas. Twitter tiene un gran potencial y espero ayudar a todo el equipo y a los usuarios a desbloquearlo”.