La historia de las tecnologías de la información se caracteriza por su rápido progreso: no en vano Bill Gates dijo en los años 90 que “si GM siguiera el ritmo de la tecnología como lo ha hecho la industria informática, todos conduciríamos coches de 25 dólares que rinden 1,000 mpg (millas por galón)”.
Pero, a pesar de la Ley de Moore y de la indudable brillantez de los ingenieros que operan en la esfera digital, las realidades de los negocios siempre han hecho que las empresas no actúen a menudo como pioneras. Las computadoras que son unidades centrales fueron descartadas como dinosaurios y consideradas “históricas” hace 30 años, sin embargo, siguen utilizándose.
Esta dinámica se reproduce una vez más en la computación en la nube, donde, en nuestro último proyecto de investigación anual denominado Enterprise Cloud Index, vemos claramente una tendencia hacia un modelo de TI que cubrirá todas las bases.
Las plataformas en la nube son estupendas en muchos sentidos, por supuesto, pero la mayoría de nosotros sigue necesitando un enfoque híbrido que abarque no sólo la nube pública, sino también la nube privada y la infraestructura de TI local.
Adaptarse o morir
Hoy en día, las empresas inteligentes se adaptan porque nuestro entorno geopolítico y macroeconómico exige la capacidad de agilidad y transformación según las circunstancias. Esto también se debe reflejar en nuestra actitud hacia las TI. No tratamos las aplicaciones de forma dogmática. Por el contrario, mezclamos nuestras plataformas y aplicaciones donde mejor se adapten a lo que necesitamos: niveles deseados de rendimiento, seguridad, disponibilidad, funcionalidad y accesibilidad.
La posición colectiva sobre la nube ha evolucionado en los últimos 20 años. Al principio había emoción, pero también había muchas dudas sobre la seguridad, la disponibilidad de las aplicaciones, el rendimiento, la funcionalidad y la dependencia de las redes.
El éxito de Salesforce llevó a muchos a adoptar la nube en nichos y luego una audaz minoría se declaró “cloud-first”, poniendo sus aplicaciones y servicios en línea siempre que fuera posible. En la actualidad, la nueva generación es más “cloud-smart” que cloud-first, aunque el Covid-19 ha hecho que las aplicaciones en línea sean más atractivas que nunca.
El Enterprise Cloud Index destaca que la movilidad de las aplicaciones está en el centro del pensamiento contemporáneo de la nube múltiple. En este caso, la nube inteligente significa supervisar continuamente las cargas de trabajo y optimizarlas en consecuencia, seleccionando la plataforma de despliegue más adecuada.
En México, el 96% de las empresas encuestadas dijeron que movieron al menos una aplicación a una infraestructura diferente en los últimos 12 meses. La principal razón fue permitir el uso de aprendizaje automático AI/ML (58%), seguido de cerca por la mejora en la velocidad de acceso a los datos (57%) y mejorar la seguridad de su empresa (49 %).
Aunque la multinube es el modelo operativo de TI dominante en México, la adopción está rezagada en comparación a otros países.
Más de la mitad de los encuestados (57%) mencionaron la Inteligencia Artificial y el Aprendizaje Automático (AI/ML) como impulsores a la multinube, en comparación con sólo el 32% de los encuestados globales. Si bien la movilidad de aplicaciones es un habilitador multi-nube crítico, los encuestados de ECI tienden a percibirlo actualmente como costoso y lento. La mayoría en México (82%) estuvo de acuerdo en que este era el caso, y describieron sus entornos de nube como parcialmente o totalmente interoperables.
Cuando se trató de nombrar los desafíos más difíciles con la administración de un entorno de TI multinube, las respuestas de las empresas en México mencionaron las preocupaciones de seguridad (51%), seguidas de la integración de datos en nubes diferentes. La mayoría de los encuestados de ECI mencionaron la multinube híbrida como su modelo operativo de TI ideal, y notablemente más entrevistados de México estuvieron de acuerdo (94%).
Pero lo que realmente destaca el Índice es que, aunque la nube se ha acelerado en el último año y medio, cuando preguntamos a las empresas qué quieren de las opciones de despliegue de aplicaciones, afirman “todo lo anterior”.
Los CIO inteligentes mantienen esa actitud y sus opciones de aplicación abiertas, construyendo un futuro dinámico en el que es más sencillo que nunca aprovisionar y asignar dinámicamente las aplicaciones a las plataformas según las necesidades. Y, en un mundo tan lleno de incertidumbre, esa actitud tiene mucho sentido.
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El autor de este artículo, Fernando Zambrana, es Director de Ventas de Nutanix México.