A medida que la transformación digital se abre camino a través de una amplia variedad de industrias, las empresas y segmentos verticales de negocio demandan comunicaciones más confiables y predecibles en centros de operaciones geográficamente distribuidos. Las aplicaciones empresariales son cada vez más rigurosas y precisas en sus requisitos de espectro radioeléctrico, ancho de banda y control detallado de aplicaciones y contenedores, independientemente de la tecnología de acceso o el modelo operativo.
De este modo, las redes empresariales o privadas del futuro podrán ser arquitecturas híbridas que combinen tanto tecnologías 3GPP (Proyecto de Asociación de Tercera Generación) como no-3GPP. Su modelo de gestión y acceso también podrá presentar variantes, pudiendo ser gestionadas por la empresa, por el operador, o como redes separadas que funcionan en forma paralela.
Esto se debe a que tradicionalmente, el sector corporativo ha realizado grandes inversiones en infraestructura de telecomunicaciones no-3GPP, pero las mejoras introducidas en los últimos años en estas tecnologías las han posicionado como una alternativa eficiente en términos de costos y de gran potencial, debido a sus características técnicas.
En América Latina, países como Brasil y Chile están contemplando destinar porciones de espectro radioeléctrico para redes privadas en diversas bandas, debido al potencial beneficio económico de este tipo de infraestructura.
“De acuerdo con varias fuentes del mercado, las redes privadas constituyen un mercado sumamente atractivo, pujante, con altos números de facturación, de acuerdo con distintas fuentes. Cada negocio debe determinar cómo 5G se ajusta a su estrategia, considerando que 5G es el catalítico de muchas otras tecnologías que se relacionan con las redes privadas, entre ellas de blockchain, inteligencia artificial, computación en el borde y en la nube, realidad aumentada, robótica, el metaverso e Internet de las Cosas (IoT).
Todas estas tecnologías y aplicaciones estarán viabilizadas y soportadas por 5G, gracias en parte a las mejoras técnicas, donde se incrementa el número de conexiones que se pueden soportar por kilómetro cuadrado, pero también por la reducción en costos de la transmisión de datos. En este sentido, tecnologías que anteriormente ya existían, pero debido a los altos costos no eran ampliamente adoptadas, ahora se vuelven más atractivas y comienzan el proceso de masificación”, indicó José Otero, vicepresidente de 5G Americas para América Latina y el Caribe.