La tecnología se pone al servicio de un conjunto de investigadores pertenecientes al ETH Zúrich para descubrir ciertas regiones del polo sur del satélite que permanecen en penumbra.
La inteligencia artificial (IA) ilumina las regiones en sombra perpetua de la Luna. Un avance que ha sido posible gracias a la división internacional de investigadores pertenecientes la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH) en el marco del proyecto Artemis I, actualmente en curso. Científicos trabajan en el desarrollo de un sistema de inteligencia artificial capaz de iluminar las zonas oscuras de la Luna, situadas mayoritariamente en el polo sur, para descubrir si allí hay algún rastro de agua. Una investigación que, una vez llegue a término, podrá marcar un antes y un después en futuras misiones espaciales.
“Emocionante para la investigación”
El polo sur de la “estrella nocturna”, explican desde la ETH, “es emocionante para la investigación”. Algo con lo que coincide la NASA al asegurar que la citada región se corresponde con “un lugar desafiante con características únicas que prometen descubrimientos científicos sin precedentes”. En concreto, la comunidad científica e investigadora se siente atraída por sus espacios en sombra perpetua, sus cráteres alejados de la luz solar y aquellas regiones en las que se registran temperaturas gélidas.
“Las elevadas montañas proyectan sombras oscuras y los profundos cráteres protegen la oscuridad perpetua de sus abismos. Algunos albergan regiones en sombra permanente que no han visto la luz solar en miles de millones de años y experimentan temperaturas tan bajas como -203 grados Celsius”, ilustra la NASA. Esto implica la posibilidad de que el vapor de agua y otras sustancias volátiles pueden quedar atrapadas o congeladas dentro o incluso sobre el suelo lunar. Esta probabilidad de que el hielo esté presente hace que los suelos sombreados de los cráteres sean sitios intrigantes para explorar. “El hielo no solo podría albergar pistas sobre cómo se integra el agua en el sistema Tierra-Luna, sino que también podría ser un recurso importante para ser utilizado por futuros astronautas para consumo, protección contra la radiación o como propulsor de cohetes”, aseguran.
Sin señales por el momento
“Estamos muy a oscuras acerca de la región polar sur de la Luna”, confiesan desde la ETH. Pero ahora, un equipo internacional de investigadores ha logrado arrojar algo de luz al desarrollar un método para comprender mejor esta región. Su trabajo ha aparecido en el último número de Geophysical Research Letters bajo la batuta de Valentin Bickel. La tecnología que ha permitido este avance se apoya fundamentalmente en dos grandes herramientas: los datos recabados por la Lunar Reconnaissance Orbiter Camera (LROC) y la inteligencia artificial.
Así, el equipo usó imágenes capturadas por la Cámara del Orbitador de Reconocimiento Lunar durante más de 10 años. La cámara capta fotones que rebotan en las regiones de sombra desde las montañas vecinas y las paredes de los cráteres. El equipo ahora ha logrado usar estos datos de manera tan eficiente con la ayuda de la inteligencia artificial que las áreas que alguna vez fueron oscuras se vuelven visibles. Cuando el equipo analizó las imágenes, descubrió que no se ve hielo o indicios de agua en estas áreas sombreadas, aunque su existencia ha sido probada por otros instrumentos.
Planificación de futuras misiones
Los resultados de la ETH Zúrich sirven para planificar futuras misiones. Su labor de hecho se enmarca en una investigación exhaustiva que pretende determinar posibles puntos de aterrizaje para Artemis. “Estos nuevos hallazgos permitirán una planificación precisa de las rutas hacia y a través de las regiones permanentes sombreadas, lo que reducirá en gran medida los riesgos a los que se exponen los astronautas de Artemis y exploradores robóticos. Gracias a las nuevas imágenes, los astronautas pueden apuntar a lugares específicos para tomar muestras y evaluar la distribución del hielo”. Uno de los primeros en beneficiarse de sus datos podría ser la misión robótica Intuitive Machines Mission 2, prevista ya para la primavera de 2023.
-IDG.es