Un agujero de 8.000 millones de dólares, la retirada de Binance del rescate a la plataforma y una investigación a su fundador por el desvío de fondos de sus clientes han generado una avalancha en el sector cripto que patenta la falta de transparencia y regulación de este mercado.
Una enorme sombra se cierne sobre el sector de las criptomonedas. Las dificultades financieras y la falta de transparencia de una de las principales plataformas de exchange de criptoactivos, FTX, han arrastrado a toda la industria cripto consigo, provocando un desplome en el valor de las principales criptomonedas, como bitcoin o ethereum.
FTX ya pasaba por problemas económicos cuando Binance, el mayor exchange de criptodivisas, salió a su rescate y comunicó su intención de adquirir la plataforma fundada por Sam Bankman-Fried. En ese momento, se daba a conocer públicamente que Bankman-Fried estaba siendo investigado por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) por supuestamente utilizar dinero de los clientes de FTX para financiar las inversiones de su firma de venture capital Alameda Research.
La avalancha fue imparable. Por un lado, los clientes de FTX, que iban conociendo las noticias de las dificultades financieras de la empresa y del supuesto desvío de fondos por parte de Bankman-Fried, corrieron en masa a retirar su dinero. En unos pocos días, FTX había perdido 8.000 millones de dólares y Bankman-Fried su fortuna.
Por otro lado, Binance dio marcha atrás a la compra de FTX, señalando que, “como resultado de la due diligence corporativa, así como de los últimos informes de noticias sobre el mal manejo de los fondos de los clientes y las supuestas investigaciones de agencias de EE.UU., hemos decidido que no buscaremos la posible adquisición de FTX.com”. La compañía necesitaba, al menos, 4.000 millones de dólares para sobrevivir a la crisis y nadie vendría a su auxilio.
Las criptomonedas ya estaban pasando por un mal momento, con valores muy por debajo de lo que fue su “edad dorada” hace unos años. Con la crisis de FTX, la falta de transparencia y de regulación de un sector que estaba tomando fuerza como una plataforma de inversión a nivel mundial se hizo más patente que nunca.
Como consecuencia, el bitcoin cayó un 5,84%, a 16.727 dólares, el nivel más bajo desde hace dos años. Lo mismo pasó con ethereum, cuyo valor bajó un 5,22% (1.197 dólares). No obstante, las criptomonedas no son las únicas afectadas por la posible quiebra de FTX: sus inversores también están viendo con ojos atentos qué pasa con la firma. BlackRock, SoftBank, Sequoia, Tiger Global Management, Binance Labs, el fondo de pensiones de los profesores de Ontario y el fondo soberano de Singapur son algunos de los organismos que participaron de sus más recientes rondas de financiación.
El caso de FTX ha generado que las grandes plataformas de criptomonedas como la ya mencionada Binance, Kraken u OKX ya se encuentren trabajando en desarrollar nuevas formas de transparencia. Esto, mientras el Reglamento sobre los Mercados de Criptoactivos (MiCA), la primera legislación integral sobre esta temática a nivel europeo, continúa a la espera de su aprobación por el Parlamento Europeo.
-IDG.es