Hay noticias para los directores financieros escépticos: las redes modernizadas ofrecen un mejor crecimiento y mayores beneficios.

Aquí hay una propuesta a considerar: entre las filas de las grandes empresas, el éxito comercial depende cada vez más de la transformación digital. A su vez, la transformación digital se basa en redes empresariales modernizadas que brindan flexibilidad, rendimiento y disponibilidad desde el perímetro hasta la nube. Intuitivamente, esta hipótesis tiene mucho sentido.

En muchas empresas, también se está convirtiendo cada vez más en el tema de un debate minucioso. Después de dos años de digitalización rápida además de las tecnologías de red anteriores a la era COVID, los límites del statu quo se están volviendo evidentes. Con demasiada frecuencia, las redes heredadas limitan el potencial de transformación digital. En muchas organizaciones, ya es hora de abordar los fundamentos.

El Informe de red global 2022-23 de NTT ofrece una visión intrigante de cómo las empresas de todo el mundo gestionan sus redes.

Algunos de los hallazgos

Entre otras cosas, esta encuesta sugiere una fuerte correlación entre la voluntad de invertir en la modernización de las redes y los altos niveles de desempeño comercial. En el otro extremo del espectro, el documento confirma que muchas redes empresariales sufren una inversión insuficiente a largo plazo y niveles crecientes de deuda técnica. La distancia entre estos dos enfoques diferentes se siente sustancial.

El informe de NTT está basado en las respuestas de más de 1,300 especialistas en redes y responsables de la toma de decisiones comerciales y de TI en todo el mundo, define altos niveles de rendimiento comercial utilizando criterios sencillos. Para calificar como un “mejor desempeño”, las organizaciones en la encuesta debían haber generado un crecimiento de ingresos año tras año de más del 10%. También necesitaban haber generado márgenes operativos superiores al 15% en el último ejercicio.

En términos de red, ¿cómo son estas organizaciones? Es aquí donde la voluntad de invertir en tecnologías de red modernas comienza a parecer un ingrediente indispensable para un alto rendimiento en términos comerciales.

Nueve de cada 10 organizaciones de alto rendimiento están aumentando la inversión en redes para respaldar la transformación digital. Muchos están gastando más del 2% de sus ingresos anuales, una suma significativa, en sus redes, implementando tecnologías diseñadas para permitir una transformación rápida, brindar mayor disponibilidad y flexibilidad, y respaldar no solo los requisitos actuales, sino también los requisitos del mañana.

Ocho de cada 10 organizaciones de alto rendimiento dicen que su estrategia de red está alineada con sus objetivos comerciales. En la práctica, esto implica una comprensión clara de que la calidad de la red afecta directamente su capacidad para abordar los desafíos comerciales y de transformación digital más apremiantes. (Por el contrario, sólo el 42% de los de bajo rendimiento comparten este sentimiento).

Las empresas de bajo rendimiento en la encuesta son una imagen reflejada de estas organizaciones con un rendimiento superior. La mayoría de los CIO y CTO de estas empresas están de acuerdo en que las redes juegan un papel vital en el crecimiento de los ingresos. También reconocen que las demandas comerciales de mayor velocidad, agilidad e innovación sólo pueden satisfacerse con nuevos modelos operativos. Y, sin embargo, estas organizaciones suelen sufrir actualizaciones retrasadas, altos niveles de deuda técnica y poca visibilidad en la red.

Cuanto más antigua es la red, mayor es la posibilidad de impactos negativos en la prestación de servicios, la satisfacción del cliente y la experiencia de los empleados. Alrededor del 69% de los CIO y CTO encuestados afirmaron que la deuda técnica continúa acumulándose. Cuando se les pidió que identificaran los riesgos generados por la inversión insuficiente, señalaron con mayor frecuencia los efectos clásicos de la deuda técnica: costos operativos de TI inflados y disponibilidad limitada de nuevos servicios necesarios para la transformación digital.

Para estas empresas, las redes amenazan con convertirse en un cruce entre una piedra de molino y un campo minado (frenando el progreso y amenazando continuamente con estallar en la cara de los profesionales de la red).

Beneficios de una red basada en nube

En este mundo híbrido e hiperconectado donde las organizaciones necesitan brindar excelentes experiencias a los empleados y clientes, la red proporciona el tejido de la organización digital. 

La red como servicio inteligente y seguro permite una estrategia completa del borde a la nube, que brinda una amplia gama de beneficios: mayor agilidad, menor riesgo, mayor flexibilidad, escalabilidad, automatización, previsibilidad y control.

Dado el entorno híbrido de alto rendimiento actual, Matthew Allen, vicepresidente de gestión de ofertas de servicios: redes de NTT, sospecha que el statu quo está limitado en el tiempo para las empresas de bajo rendimiento.

“Puede comenzar a transformar su negocio en las redes que tiene. Sin embargo, dado que esta transformación comercial impulsa una distribución de aplicaciones y funciones comerciales en muchas ubicaciones diversas (SaaS, PaaS, IaaS, nube privada, etc.), una solución de red heredada no podrá seguir el ritmo de este cambio; se vuelve cada vez más difícil para las aplicaciones distribuidas y las cargas de trabajo comunicarse de manera efectiva y segura, a la velocidad que requiere el negocio”.

Los resultados de esta encuesta sugieren que las organizaciones que retrasan la modernización de la red corren el riesgo de terminar en una posición insostenible: la deuda técnica continuará acumulándose, se producirá un tiempo de inactividad a medida que fallan las redes y la mayor complejidad operativa de unir y mantener las redes para soportar las cargas de trabajo distribuidas eventualmente. Por ello, las implicaciones comerciales parecen desagradables.

También vale la pena preguntarse acerca de la estrategia de red de su organización. ¿Se parece más a la estrategia de una organización de alto rendimiento o a la de un bajo rendimiento? El análisis de NTT sugiere que la diferencia entre los dos es más importante de lo que podríamos imaginar.