El 80% de las empresas reconoce, según el estudio ‘Modernizar y crecer en la nube’*, que un Journey to Cloud (el proceso de migrar operaciones de negocio a un ambiente de nube) es un pilar clave dentro de sus planes estratégicos a mediano plazo.
Para llevar a cabo esta travesía hacia la innovación Cloud, las organizaciones pueden elegir diversas rutas -iniciar con un servicio de software como servicio (SaaS) o aprovechar un producto especializado de un hiperescalador, por mencionar dos casos. Sin embargo, todos los caminos deben arrancar en un mismo punto: entender que un proceso de migración a la nube implica una decisión de negocios y no una decisión totalmente de carácter tecnológico.
Francisco Hurtado, senior director, Digital Business Technology para Minsait, una empresa de Indra en México, compartió una guía de siete puntos que muestra las distintas fases de un viaje a la nube y por qué -en la mayoría de las etapas- hay una perspectiva de negocios que es muy importante no perder de vista.
- Definir el caso de negocio: con base en un análisis profundo y completo de la organización, definir un caso de negocio en el que se establecen los objetivos empresariales (no tecnológicos) que se quieren alcanzar con la puesta en marcha del Journey to Cloud. En este contexto, más que plantear tecnologías particulares, se deben establecer objetivos como “mejorar la experiencia del cliente”, “mayor velocidad para lanzar nuevos productos” o “reducir costos operativos”.
- Aplicaciones: en función del caso de negocio, establecer qué aplicaciones estarán involucradas en el Journey to Cloud y cuáles son los desafíos de implementación que incidirán en la empresa; ya que en algunos casos se puede tratar de apps actuales que necesitan optimizarse para entornos de nube, o bien, aplicaciones críticas en sistemas heredados (sistemas legacy) que, para funcionar en un ambiente Cloud, requieren un proceso de modernización más profundo.
- Escenarios: plantear escenarios de implementación, en los cuales, además de los factores técnicos, se prevean los impactos que el proceso puede tener hacia el interior de la organización, tales como fases, roles, métricas, personal, presupuestos, metas previstas, etc. Los escenarios, en buena medida, son un mapa del Journey to Cloud que emprenderá la empresa.
- Elección de proveedor: a partir de los criterios anteriores -caso de negocio, aplicaciones y escenarios- buscar al proveedor(es) de servicios de nube cuya oferta mejor se ajuste a los objetivos y necesidades de la organización. En el mercado se pueden encontrar ofertas de distintos hiperescaladores (como AWS, Azure y Google), así como soluciones Cloud especializadas en distintas funciones de negocio o rubros industriales.
- Evangelización en la compañía: el proceso de preparación hacia el interior de la empresa. En este punto se debe comunicar la visión de que la nube, más allá de sus implicaciones técnicas, involucra nuevas formas de colaborar, atender al cliente, usar y gestionar los recursos tecnológicos, proteger la información, etc. Capacitación y desarrollo del talento interno son dos tareas importantes en este punto.
- Migración: el Journey to Cloud en sí, el proceso de migrar las operaciones de negocio hacia el ambiente de nube elegido -que podría ajustarse a distintas arquitecturas o modelos: Cloud privada, pública, híbrida o policloud.
- Análisis post migración: análisis, monitoreo avanzado y evaluación del proceso de Journey to Cloud en marcha. Esta fase incluye la definición de ajustes, valoración de métricas de desempeño (respecto al plan de implementación) y una valoración del impacto en las operaciones y la cultura de la organización.
Como toda iniciativa de transformación empresarial, un Journey to Cloud es un proyecto que trasciende lo estrictamente tecnológico -tal como lo muestra esta guía. Por eso es importante encararlo desde una visión correcta: aprovechar la innovación, pero sin olvidar que todo debe tener un objetivo, un porqué y un valor claro para el negocio.