En el agitado mar del transporte marítimo mundial, los operadores siguen enfrentándose a la inestabilidad económica y a una gran incertidumbre para 2024. Según un análisis de la empresa de logística MTM Logix, a medida que salen a la luz los retadores resultados de finales de 2023, en el primer trimestre de este año se espera una alta demanda de los inversores para agilizar la capacidad de los buques, lo que podría impulsar al alza las tarifas de transporte. Se espera que este aumento oscile entre el 5% y el 10% a lo largo del año.
“En los tres primeros meses de este año, el reto será la disponibilidad de contenedores, que será el principal punto de presión para el aumento de tarifas. Se estima un aumento de la demanda del orden del 9,3%, frente a una capacidad de transporte del 2,2%”, afirma Mario Veraldo, Director General de MTM Logix.
La escasez de contenedores y la reducción de la capacidad de los buques es consecuencia directa de la prolongación de los tiempos de viaje debido a las restricciones en el Mar Rojo y el Canal de Suez, provocadas por los ataques de los rebeldes Houthi a los portacontenedores. Las navieras se han enfrentado a retos circunstanciales y se ven obligadas a trazar rutas alrededor de África, lo que prolonga sustancialmente los tiempos de tránsito, y este trazado de rutas no sólo repercute en la eficiencia de las operaciones de los buques, sino que también altera la disponibilidad y el reposicionamiento de los contenedores. La alteración de las rutas marítimas ha provocado una ampliación de las rutas de reposicionamiento de los contenedores de 15 a 20 días más. Esta alteración de la cadena de suministro amplifica la escasez de contenedores, creando un escenario difícil para la logística del transporte marítimo mundial.
De acuerdo con Veraldo, el sector del transporte marítimo ya está lidiando con subidas de tarifas, ya que algunas líneas están presionando para un aumento significativo. Otros factores que también podrían tener un impacto directo en el aumento de los precios de las tarifas a lo largo del año son las restricciones en el Mar Rojo y el Canal de Suez; los recargos por combustible; la congestión y los puertos adicionales; la limitación por parte de Estados Unidos del acceso de China a algunas tecnologías – endureciendo la retórica de una “nueva guerra fría”; así como las cuestiones de las consecuencias de la descarbonización (desguace, navegación lenta, flota ociosa, etc.).
Si estos conflictos y restricciones persisten, veremos un cambio en las normas de servicio. Es probable que los sectores más afectados sean los de bienes a granel, productos de consumo y electrónica. “Sin embargo, hacer predicciones definitivas en este momento sigue siendo un reto, tenemos que esperar más señales del escenario geopolítico, que continua evolucionando”, dice Veraldo.
Esta inestabilidad en las tarifas también repercute en todos los consumidores, ya que estos valores tienen que ser repercutidos y provocan subidas de precios en alimentos, combustibles, ropa, medicinas, entre otros artículos básicos para la sociedad.
En el caso de México, el principal problema para el país son los retrasos en envío y estancamiento de mercancías. Ya que, en los últimos meses del 2023, se registraron retrasos por cuestiones de administración por parte de las autoridades, según comenta la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (Amanac). Estos retrasos generaron estancamientos, lo que implica que la mercancía nacional e internacional tendrá aumentos de costos y un mayor tiempo de espera.