El agente económico preponderante en telecomunicaciones (AEP-T) en México, América Móvil, mantiene su dominio, lo que evidencia su capacidad para maximizar sus ingresos con el 54.6% del total sectorial.
No obstante, detrás de estas cifras desproporcionadas, contrasta que escatima formación bruta de capital de infraestructura, pilar esencial para expandir la disponibilidad, capacidades y calidad de sus servicios de telecomunicaciones.
Las cifras hablan por sí mismas
En ese mismo año, América Móvil sólo contribuyó con 19.4% de la inversión total en infraestructura de telecomunicaciones en México, con un monto de menos de la mitad de lo que ejerció 7 años atrás en 2017. Ello contrasta categóricamente con sus competidores.
Por ejemplo, Grupo Televisa aportó 24.0% del monto total de inversión y Megacable-MCM, con menores ingresos, registró una razón de 22.6%.
A simple vista, parece que América Móvil está priorizando maximizar ingresos a corto plazo sobre la inversión estratégica que podría asegurar su competitividad a largo plazo.
El impacto del rezago en inversión
El enfoque de América Móvil en contener sus inversiones, a pesar de contar con los mayores ingresos del sector, no sólo merma su posicionamiento en el mercado, sino también el acceso a servicios de calidad para su clientela.
En un mercado tan dinámico como el de las telecomunicaciones, la inversión en infraestructura no sólo es necesaria para expandir la cobertura y la calidad de los servicios, sino que también es clave para cerrar la brecha de conectividad en regiones rurales y de difícil acceso.
La contención de inversiones tiene consecuencias directas sobre la capacidad del operador para mejorar sus servicios. Mientras que sus competidores invierten agresivamente en sus redes para ganar cuota de mercado, América Móvil corre el riesgo de quedar rezagado en términos de innovación y calidad de servicio. Esto podría, además, derivar en una pérdida de clientes a largo plazo, quienes buscarán alternativas que les ofrezcan mejor conectividad y tecnología avanzada.
Competidores, a la delantera en inversión
Operadores como los referidos, Grupo Televisa y Megacable-MCM, han entendido bien el valor de las inversiones estratégicas. Ambas compañías han incrementado consistentemente sus aportaciones a la infraestructura de casas y oficinas pasadas, asegurando su crecimiento y fortaleciendo su posición en el mercado.
Este panorama pone de relieve una divergencia en las estrategias del sector: mientras que los operadores competidores optan por invertir en mejorar sus redes y ampliar su cobertura, América Móvil parece más interesada en maximizar sus ingresos con su infraestructura actual, lo que puede ser una receta aventurada para su asegurar su sostenibilidad en largo plazo.
Oportunidades desaprovechadas
América Móvil está dejando pasar una oportunidad crucial. Con su capacidad financiera, podría no sólo liderar el despliegue y modernización de su mercado cautivo presente, sino expandir su potencial en los mercados futuros de servicios fijos y móviles en el país.
En un contexto en el que la conectividad es un motor esencial para el desarrollo económico, la falta de inversión de América Móvil impacta su propia competitividad y el crecimiento de México en su conjunto.
La expansión de la infraestructura digital es clave para promover el acceso a servicios como la teleducación, el teletrabajo y la inclusión financiera, especialmente en áreas rurales.
El futuro de las telecomunicaciones en México dependerá, en gran medida, de la capacidad de sus principales jugadores para adaptarse a las demandas del mercado, a partir de invertir de manera suficiente en infraestructura que garantice una conectividad avanzada y de calidad para todos.
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El autor de este artículo, Ernesto Piedras, es fundador y director de la firma de consultoría The Competitive Intelligence Unit (The CIU).