La continuidad del negocio se ha convertido en un tema prioritario para las organizaciones, especialmente en el contexto actual, marcado por disrupciones como la pandemia, ciberataques a nivel mundial–como el fallo de CrowdStrike-Microsoft y otros imprevistos. La norma ISO 22301:2019, desarrollada por la Organización Internacional de Normalización (ISO), es fundamental para ayudar a las empresas a mantenerse operativas frente a estos desafíos.
Dicha norma establece un marco de gestión que garantiza que las organizaciones estén preparadas para enfrentar crisis, minimizando los costos de las interrupciones y protegiendo tanto los activos como la reputación de las organizaciones de cualquier tipo.
De acuerdo con la organización global BSI Group, pionera en la creación y certificación de estándares, la implementación de la norma ISO 22301 permite a las empresas definir claramente sus procesos críticos y asegurarse de que continúen operando bajo cualquier circunstancia.
En palabras de Leonardo García, instructor y consultor en BSI, “la norma no solo mitiga riesgos legales, financieros y operativos, sino que también fortalece la resiliencia organizacional al asegurar que las empresas estén mejor preparadas para enfrentar desafíos inesperados. Esto se traduce en una mayor capacidad para proteger activos clave y mantener la continuidad del negocio, incluso en situaciones críticas, lo que añade un valor estratégico a largo plazo”.
Destaca su adaptabilidad a cualquier tipo de organización, sin importar su tamaño o sector: “uno de los aspectos clave de la ISO 22301 es su versatilidad: aplica a cualquier organización, sin importar su tamaño, sector o nivel de digitalización. Esto permite que incluso industrias más tradicionales, donde la transformación digital aún es limitada, puedan adoptar las mejores prácticas internacionales en continuidad del negocio. Esta adaptabilidad asegura que las empresas de cualquier índole puedan fortalecer su resiliencia ante interrupciones y mantenerse operativas bajo cualquier circunstancia”.
El especialista destacó que uno de los desafíos más comunes que enfrentan las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) es la percepción de que la implementación de estándares internacionales requiere grandes recursos.
Al respecto BSI ha adaptado su enfoque para garantizar que incluso las organizaciones con recursos limitados puedan beneficiarse de un Sistema de Gestión de Continuidad del Negocio, pues “la clave está en determinar el alcance del sistema en sus procesos más importantes, asegurando que la implantación de la ISO sea acorde al tamaño de la organización”.
Otro aspecto clave en la gestión de continuidad del negocio es su capacidad para evolucionar ante nuevas amenazas, como las relacionadas con la ciberseguridad o los efectos postpandemia, por lo que BSI asegura que las normas continúen siendo pertinentes a través de un proceso continuo de revisión técnica.
“Las normas ISO son revisadas técnicamente de forma periódica para adaptarse a los contextos y mantenerse relevantes y útiles”, explicó García, esto garantiza que las organizaciones cuenten con un marco de gestión actualizado y preparado para afrontar las amenazas actuales y futuras.
Beneficios tangibles
La implementación de la ISO 22301:2019 permite que las empresas mantengan su operatividad bajo situaciones de crisis y refuerza su reputación frente a clientes y socios estratégicos. Se destaca que “garantiza el cumplimiento de la planeación estratégica, integrando a todas las partes interesadas y los procesos internos del negocio”.
Lo anterior se traduce en una mayor confianza por parte de inversionistas, clientes y empleados, quienes valoran la capacidad de la organización para operar de manera continua en situaciones adversas.
Aunque la norma ofrece una base sólida para la resiliencia organizacional, su implementación efectiva puede enfrentar varios desafíos, especialmente en situaciones de crisis extrema.
Sin embargo, se ha identificado algunos de los obstáculos como la falta de responsabilidades claramente definidas y fallas en las comunicaciones durante una crisis en el negocio o empresa. Para mitigar estos riesgos, se recomienda que las empresas se enfoquen en crear una cultura de gestión de crisis que incluya formación continua y pruebas de simulación.
La continuidad del negocio no es solo una opción, es una necesidad estratégica. Garantizar que las operaciones clave se mantengan activas frente a cualquier interrupción es fundamental para la supervivencia y el crecimiento de cualquier organización. Esta capacidad de resiliencia empresarial permite a las empresas afrontar crisis, minimizar pérdidas y proteger activos esenciales, asegurando su competitividad a largo plazo.
La ISO 22301 es una herramienta clave para construir resiliencia en las empresas modernas o de vanguardia, especialmente en el contexto actual marcado por avances tecnológicos (4.0). La norma ayuda a mantener la continuidad operativa, protegiendo a las organizaciones de interrupciones, lo que la convierte en un pilar estratégico en la gestión empresarial y la respuesta ante amenazas como ciberataques y crisis imprevistas.