El Panorama de Amenazas de Kaspersky de 2024 reveló que la empresa bloqueó más de 155 millones de ataques de malware en México entre junio de 2023 y julio de 2024, lo que equivale a 425,828 por día y alrededor de 295 ataques por minuto. Entre los sectores más atacados por malware en el país se encuentran el gobierno (21.47%), procesos de manufactura (21.40%) y la agricultura/forestal (19.08%).
En varios países de la región, se ha observado un aumento significativo en el número de ataques en comparación con el periodo anterior. Por ejemplo, Argentina registró un incremento del 15%, Bolivia del 10%, Chile del 11.2%, Costa Rica del 6.4%, Panamá del 4.9%, Paraguay del 1.7%, Perú del 2.9%, la República Dominicana del 25% y Uruguay del 16%. Estos incrementos indican que la región es vulnerable a las ciberamenazas, lo que resalta la necesidad urgente de implementar medidas efectivas de ciberseguridad.
“La predominancia de ataques en sectores críticos de la economía en la región demuestra que los ciberdelincuentes apuntan a datos y sistemas con potencial de causar grandes interrupciones. Por lo tanto, es fundamental que empresas y organizaciones refuercen sus defensas, especialmente ante la creciente sofisticación de los ataques”, comentó Fabio Assolini, director del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky para América Latina.
Las principales ciberamenazas detectadas en América Latina se clasifican en varias categorías, incluyendo adware, troyanos, piratería, herramientas de acceso remoto (RAT) y bloqueos a través de la nube. En particular, en el caso de México, la amenaza UFO:Blocked.Adware se destacó como el riesgo más significativo representando el 57.59% de las detecciones.
“Aunque hemos bloqueado más de 1.15 mil millones de ataques de malware en América Latina el año pasado, la reducción del 3.2% en comparación con el periodo anterior no es motivo de euforia. Los ciberdelincuentes están constantemente refinando sus tácticas y buscando nuevas brechas para explotar. La caída en los números podría indicar un cambio de enfoque hacia ataques más dirigidos y sofisticados, lo que exige una atención constante y continuas inversiones en seguridad digital por parte de empresas, gobiernos y usuarios”, concluyó Assolini.