La Inteligencia Artificial Generativa (IAGen) está transformando nuestras vidas, desde el trabajo hasta el entretenimiento. Su irrupción en redes sociales, teléfonos y aplicaciones de mensajería parece inevitable. ¿Cómo adaptarse a esta realidad sin sentirnos desbordados? Aquí le comparto tres ideas esenciales para navegar en este nuevo mundo.
1. No se confunda con lo que hace la IAGen
Esta tecnología no es un robot, ni tampoco nos va a quitar el trabajo. Comenzó por ser un chatbot con el que podemos establecer un diálogo y hacerle preguntas; sus respuestas son casi instantáneas y podemos profundizar o hacer cuantas queramos. En sus respuestas comete errores y su base de conocimientos es finita, ya que su entrenamiento sólo abarca tiempos límite (algunos años), por lo que siempre hay que comprobar sus respuestas.
2. Pruebe una sola aplicación de IAGen a la vez
La comercialización de la IAGen es un boom. Las empresas que lo desarrollan como Google, Amazon y Meta promueven sus propias plataformas (o productos). El más conocido es ChatGPT de la empresa OpenAI, pero también existe Claude, de Anthropic; Copilot, de Microsoft; LeChat, de Mistral; Gemini, de Google y recientemente Nova, de Amazon.
Todos son muy útiles y su funcionamiento es similar al de un chat que comentamos, por ello es que podemos utilizarlos para diferentes tareas. ¿Cómo diferenciar entre ellos? Bueno, pues la calidad de sus respuestas es diferente: algunos se equivocan más, otros menos; sus respuestas sorprenden.
También varían en cuanto a velocidad de respuesta e incluso el precio. Cada uno ofrece características y velocidad propia. No hay receta única para saber cuál es mejor. Pruebe por una semana uno de ellos –todos tienen planes gratuitos– y luego compruebe sus resultados con otro.
Tener dos herramientas operando simultáneamente es posible, pero requiere cierta experiencia previa y conoci-miento de cómo trabajan. Haga la prueba, vale la pena verlos en funcionamiento.
3. Pague sólo UNA aplicación de IAGen
En el frenesí de probar todas las plataformas para ver cuál es la más útil, y al intentar explotar todas sus potencialidades, nos dimos cuenta que tenemos que pagar. La mayoría rondan los 20 dólares mensuales, pero al tipo de cambio actual –y con tendencia a subir– esto se vuelve caro. Inclusive OpenAI acaba de lanzar una versión Premium por 200 dólares al mes, mucho más de lo que se puede pagar un individuo.
Si realmente tiene un uso lucrativo la plataforma que contrató, no dude en pagarla, pero si no, mejor dedique su tiempo y dinero a una de ellas o conserve la versión gratuita. No es necesario tener varias, basta con aquella que resuelva sus necesidades de información.
La Inteligencia Artificial Generativa es una herramienta poderosa si se usa con criterio. Experimente, compare y, si es necesario, invierta, pero siempre con un enfoque en sus necesidades reales. Seguiremos en el tema.
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El autor de la columna Tecnogob”, Rodrigo Sandoval Almazán, es Profesor de Tiempo Completo SNI Nivel 2 de la Universidad Autónoma del Estado de México. Lo puede contactar en [email protected] y en la cuenta de Threads @horus72.