Sólo dos días después de la fecha en que Microsoft ha dejado de ofrecer soporte de Windows XP Service Pack 2 (SP2), la compañía ha anunciado que los usuarios que corran Windows 7 podrán seguir optando por XP durante hasta 10 años.
Se trata de una decisión nada habitual, dado que hasta ahora Microsoft había cancelado lo que se conoce como “downgrade”, que permite a los clientes sustituir la versión más reciente de Windows por la anterior sin necesidad de pagar dos licencias, transcurridos unos meses desde la introducción del nuevo sistema operativo.Aunque no serán muchos los clientes que prefieran optar por XP teniendo Windows 7 –a diferencia de lo sucedido con Vista hace tres años-, a menudo las empresas prefieren estandarizar utilizando un único sistema operativo para simplificar la gestión de los equipos y muchas no desearán migrar toda la base a Windows 7 por motivos económicos.
Ésta es la segunda ocasión en que Microsoft alarga el plazo de “downgrade” a Windows XP desde Windows 7. En un principio, el plazo se limitaba a seis meses después del lanzamiento de la nueva versión. Después, Microsoft dio marcha atrás en su decisión y dijo que lo ampliaría hasta 18 meses después del debut de Windows 7 en octubre de 2009 o hasta el lanzamiento de Windows 7 SP1. En cualquiera de los dos casos, el plazo hubiera expirado en 2011.