La última familia de microprocesadores de Intel, conocida por su nombre en clave, Sandy Bridge, empezará a entrar en producción mucho más antes de lo previsto, debido a la creciente demanda de los clientes. Así lo ha explicado el CEO de la compañía. De hecho, la firma tiene previsto invertir más dinero en nuevo equipamiento para sus fábricas para así acelerar la producción y lanzamiento de los productos.
Intel empezó a enviar muestras de los chips de la familia Sandy Bridge a clientes el último trimestre, dándoles la oportunidad de ver de qué son capaces. El feedback tan positivo recibido en la compañía ha sido determinante a la hora de acelerar sus tiempos de producción.Otellini ha declinado comentar cuándo estarán disponibles en el mercado los primeros portátiles y equipos de sobremesa con procesadores Sandy Bridge, aunque sí adelantó que los procesadores se comercializarán a finales de este año. En cualquier caso, remitió al Intel Developer Forum, que se celebrará en septiembre, para obtener más información.
Sandy Bridge es la última arquitectura de microchip de Intel y reemplazará a la generación previa de la compañía, los Nehalem. Los chips Sandy Bridge serán más rápidos y consumirán menos energía que sus predecesores. Además, incluirán núcleos de procesamiento, así como núcleos de procesamiento gráfico, controladores de memoria y subsistemas caché, todo en un chip.
Las versiones iniciales de los chips se lanzarán para equipos de sobremesa y portátiles, no para servidores, tal y como ha aclarado David Perlmutter, responsable del grupo de arquitectura de chips de Intel.