Telefónica ha llegado a un acuerdo con Portugal Telecom para adquirir el 50% que la compañía tenía en la holandesa Brasilcel, sociedad que controla el 60% de la operadora móvil brasileña Vivo.
Hasta ahora Brasilcel estaba integrada al 50% por Telefónica y Portugal Telecom. Tras el acuerdo alcanzado entre ambas operadoras, la española ha adquirido la participación que la portuguesa tenía en la operadora holandesa, al tiempo que adquiere el negocio del operador móvil brasileño Vivo.
Tras tres meses de negociaciones, Telefónica ha llegado a un acuerdo con Portugal Telecom cerrando la compra por un importe de 7,500 millones de euros, superando en 1,800 millones la oferta inicial que hiciera la operadora española el pasado mes mayo y los 7,150 millones que ofreciera en junio. Telefónica satisfará el importe mediante pago aplazado del 40% del precio acordado, desembolsando 4,500 millones de euros al cierre de la operación, 1,000 millones adicionales el 31 de diciembre de 2010 y los últimos 2,000 millones que completan el pago el 31 de octubre de 2011.
Para financiar esta operación, Telefónica ha negociado un préstamo bancario de 8,000 millones de euros, de los que 5,000 millones tienen un vencimiento a tres años y el resto a cinco años. El objetivo que persigue la operadora española con esta compra es fusionar Vivo con su filial de telefonía fija en Brasil, Telesp.
Por su parte, PT utilizará la mitad de los recursos que obtenga de la venta para obtener entre el 20 y el 25% del capital de la operadora brasileña de telefonía fija OI, operación que supondrá un costo de 3,750 millones de euros.
Con esta operación finaliza un complicado proceso en el que el Gobierno portugués, también accionista de Portugal Telecom, vetó la entrada de Telefónica en Vivo, mediante la acción de oro, y que más tarde fue rechazado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminando que era ilegal.