A decir del analista de Forrester, Ted Schadler, la batalla por la nube de correo electrónico se está calentando al tiempo que las empresas comienzan a replantear sus estrategias de correo. Y quienes se beneficiarán de esto serán Microsoft y Google.
En un nuevo reporte titulado Cuatro Gigantes Compiten por el Negocio del Correo Electrónico en la Nube, Schadler explica cómo la llegada de los servicios en la nube va a sacudir la inversión de las empresas en el correo electrónico.
El correo electrónico será la primera aplicación cloud de gran escala, escribió Schadler. “Las razones son más simples: el correo en la nube es más barato; evolucionará más rápido; y es una aplicación commodity que puede correr un proveedor de correo electrónico. No sólo eso, es una gran cama de prueba para dominar los problemas de los proveedores de cómputo en la nube.
Y no estamos hablando de que sea un poco más barato tampoco. El correo electrónico basado en la nube va a ser un poco más económico “a menos que tenga usted una empresa con 50,000 personas con una plataforma de correo altamente centralizada o utilice hardware y software hasta que esté viejo y oxidado y tenga una década de retraso”, agregó Schadler.
Pero cuando se trata de decidir qué compañía va a dominar el mercado, no está del todo claro. Con cuatro compañías importantes ofreciendo oferta de servicios con precios similares, el diferenciador será el nivel de integración que ofrezcan.
Podría ser un mercado lucrativo para los proveedores, no tanto por el correo mismo sino por los otros servicios que puedan montar sobre su oferta de correo. “Estimamos que por cada dólar invertido en el correo electrónico en la nube, usted estará invirtiendo de 3 a 10 dólares en otros servicios de colaboración y comunicaciones en la nube”, escribió Schadler sobre los planes de inversión de las empresas.
Y los ganadores serán probablemente Microsoft y Google, aseguró Schadler. Microsoft es el jugador dominante en el mercado del correo electrónico, mientras que Google hizo el movimiento más importante hacia la nube, pero advirtió que IBM y Cisco también deberían observarse muy de cerca.