Desde hace varios años, el departamento de Sistemas ya no depende directamente del departamento de Finanzas; hoy, tiene el lugar que se merece dentro de las empresas, por ser un área estratégica que impacta directamente en los procesos internos, optimizándolos, cuyo alcance va mucho más allá de del software y el hardware.
A la par que ha evolucionado esta cultura organizacional, que otorga reconocimiento al área de tecnologías de información, hay una dialéctica en el responsable del área. Ahora el CIO, además de contar con conocimientos en materia de TI, también debe de conocer al negocio y sus procesos, lo que implica una especialización mayor.
En opinión de Pedro Granados Ramírez, director de Informática del Fondo Nacional de Apoyo para las Empresas de Solidaridad (FONAES), la importancia de la especialización se debe a que la dinámica y la complejidad de la tecnología obligan al CIO y a su equipo a proveer las soluciones de vanguardia que siempre están demandando los usuarios. “De ahí que la constante capacitación y especialización son un elemento fundamental con que deberían contar las unidades de TIC en las instituciones. Los recursos para otorgar esa especialización no siempre están disponibles pero los requerimientos de usuarios seguirán en ascenso”.
Recientemente en el seminario “Cómo Lograr que TI Sea un Impulsor Efectivo del Negocio” de Kaseya, organizado por CIO México, Manuel Viveros, director de TI/RTD Latam, Ogilvy & Mather, sugirió que la especialización del CIO debe ir más allá de sólo ser el área de soporte, para adoptar un lenguaje claro de negocio para transmitir a los CEOs el verdadero valor que tienen las tecnologías dentro de la organización. En este mismo marco, Alex Kato, vicepresidente para Latinoamérica y el Caribe de Kaseya, dijo que el CIO debe prepararse para ser parte de la mesa directiva de la organización en la que trabaja donde se toman las decisiones de negocio.
Desde el punto de vista de Juan Carlos Cedillo, director Regional para México y América Latina de Hasbro, “el CIO no sólo debe tener una preparación de tipo profesional sólida, sino también a nivel humana en dos elementos: inteligencia emocional –alrededor de personalidad, trato y acercamiento con la gente–, y por otro lado, multilingüe –el CIO mexicano del futuro debe hablar portugués, español e inglés, como mínimo–; además de tener una sólida base y permanente actualización. Nuestra carrera se hace obsoleta, así que cada cinco años hay que volver a estudiar desde el principio”.
Si bien, el hablar de especialización obliga a hablar de diversas áreas. En materia de seguridad, Edgar Fierro, director general de IDC México, ha lanzado recomendaciones en diversos foros acerca de la certificación española CDPP (Certified Data Privacy Professional), para lograr una alineación a la tendencia global y atendiendo las necesidades locales.
Según un estudio realizado por IDC y dado a conocer a mediados de 2010, las certificaciones con mayor relevancia están relacionadas con seguridad de la información (21%), certificaciones de redes (18%), ITIL (14%), testing (13%) y PMP (12%).