Aunque el sondeo de Forrester revela que algunos usuarios corporativos quieren aferrarse a Windows XP aunque Microsoft haya anunciado que dejará de soportarlo en 2014, casi 90% de las empresas tomadas como muestra en este estudio prevén migrar a Windows7 en breve y cerca del 50% espera hacerlo en el plazo de un año. “Los planes de adopción de Windows 7 son agresivos”, asegura Forrester, que también señala cómo “Windows XP continua manteniendo un mayor atractivo para los usuarios que su sucesor, Windows Vista”.
Pero probablemente, la necesidad de migrar a Windows 7 o Vista por diversos factores –además de la anunciada finalización del soporte por Microsoft a XP, también beneficiarse de los avances introducidos por Internet Explorer 9, entre otros- dará el impulso definitivo a la más reciente versión del sistema operativo.