El juicio Oracle-SAP terminó su segunda semana con algunas tensiones sobre la cantidad que SAP debería pagar en concepto de daños por el delito de robo de software cometido por su subsidiaria TomorrowNow, desaparecida a raíz del incidente.
Oracle llamó a su último testigo de la semana el viernes y casi había terminado de presentar su caso cuando la sesión se cerró. A partir de ahora SAP tendrá otras dos semanas para llevar a cabo su defensa.
El último testigo presentado por Oracle fue un video de Henning Kagermann, antiguo CEO de SAP, en el que éste reconocía que el uso del software de Oracle por TomorrowNow fue “inapropiado en todos los casos”.
Gran parte de la sesión del viernes se dedicó al análisis de los daños provocados a Oracle, que fue llevado a cabo por el experto de la compañía Paul Meyer, quien había testificado con anterioridad asegurando que SAP debería pagar a su empresa 1,600 millones de dólares para compensarla del daño ocasionado por el robo.
Sin embargo, Bob Mittelstaedt, abogado de SAP, intentó demostrar ante los presentes en el juicio de que el análisis de Meyer estaba inflado, pero le costó conseguir que éste respondiera de forma concisa, con un sí o un no, a sus preguntas.
Por ejemplo, Mittelstaedt preguntó a Meyer si en el caso de que TomorrowNow hubiera licenciado el software robado consideraba que habría tenido derecho a vender la propiedad intelectual a otras empresas, a lo que Meyer respondió: ¿podría decirme lo que entiende por “vender”? Es decir, la tensión se palpaba en el ambiente.
Además, Meyer mantuvo ante el jurado que los 40 millones de dólares que SAP piensa debería pagar a Oracle por el daño ocasionado a su negocio es inadecuada. “No existe forma de compensar a Oracle por el software usurpado en enero de 2005”, insistió.