39% de los trabajadores de oficina prefiere no utilizar las comunicaciones por video debido a la posibilidad de no proyectar una buena imagen ante la cámara, revela un sondeo realizado por Damovo.
Damovo asegura que uno de cada diez usuarios potenciales de estos sistemas en las empresas se siente demasiado avergonzado ante la idea de hablar delante de una cámara y asegura que le produciría la misma sensación que hablar en público.
Por otra parte, de aquellos a los que les gustaría utilizar las videocomunicaciones, 19% opina que su lugar de trabajo no es adecuado para ello.
Sin embargo, casi dos terceras partes (63%) de los trabajadores encuestados por Damovo cree que se sentirían más dispuestos a realizar una determinada acción que se les solicitara si se les pidiera mediante una conversación vía videoconferencia en lugar de a través de un correo con las mismas instrucciones o información.
En cuanto a la utilización de servicios de videocomunicaciones para fines personales, no parece generar tanto pudor entre los usuarios. 88% han utilizado servicios de video como los de Skype para comunicarse con sus amigos desde sus hogares.