Cuando Amazon Web Services (AWS) echó a WikiLeaks de sus servidores a principios de mes, muchas personas dudaron sobre la conveniencia de adoptar servicios cloud debido a la profunda dependencia que ello genera respecto a los proveedores, pero los posteriores ataques contra la nube de Amazon dejaron claro que los servicios cloud de la compañía son una propuesta sólida.
El ataque de hacking descentralizado Operation Payback, dirigido por el grupo ciberactivista Anonymous, intentó tirar los servicios de Amazon Web Services mediante el lanzamiento de ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS) después de que ésta decidiera negar sus servicios a WikiLeaks. Sin embargo no lo consiguió, y así contribuyeron sin quererlo a reforzar la reputación de AWS.
En resumen, si una compañía busca un servicio cloud ultrafiable capaz de resistir un importante ataque de hacking, AWS es la respuesta. Operation Payback lo ha demostrado.
Un día después de los ataques AWS sufrió un tiempo de caída, pero aparentemente se debió a una falla en su hardware. En un post publicado en Twitter, Anonymous informaba: “No podemos atacar Amazon actualmente. Nuestros planes lo contemplaban, pero no tenemos fuerzas suficientes”.