Durante el último trimestre de 2010, operadores e instituciones de Latinoamérica en países como Haití, México, Brasil, Guatemala o Ecuador implementaron banca móvil para agilizar las operaciones comerciales durante las festividades de Navidad y fin de año.
Asimismo, la telefonía móvil se sumó como canal para las transacciones financieras y así ayudar a agilizar las compras de estas fechas.
Algunos estudios anunciados a mediados de 2010 apuntaban que el uso de los servicios financieros móviles se había duplicado en 18 meses. Otros estudios señalan que habrá un crecimiento exponencial para los próximos meses debido a la mayor adopción de terminales inteligentes (smartphones) y a la adopción de soluciones de banca móviles insertadas en las tarjetas SIM de los dispositivos de alta, media y baja gama.
De hecho, las soluciones basadas en las tarjetas SIM jugarán un papel fundamental en el desarrollo de los servicios de banca móvil en mercados emergentes, ya que permite a los operadores ofrecer a la mayoría de sus usuarios estos servicios financieros de una forma rápida y costo-efectiva.
En Latinoamérica, con índices de bancarización inferiores a los de mercados industrializados, el uso de los servicios de banca móvil están aumentando gracias a la comodidad que significa para los clientes el hecho de poder llevar a cabo actividades bancarias tales como el pago bienes y servicios, compras en línea, y transferencias de dinero, entre otros, independientemente de tiempo y lugar. Asimismo, su uso durante la temporada de vacaciones y fiestas de fin de año se encuentra en crecimiento como consecuencia del incremento general en los volúmenes de transacciones asociadas a las compras navideñas.
Por otro lado, el uso del servicio de banca móvil tiene consecuencias directas sobre la economía: gracias a una mayor fluidez de dinero de forma rápida y segura, las transacciones económicas se incrementan beneficiando tanto a usuarios como a comerciantes y empresarios. Es por ello que Giesecke & Devrient (proveedor de soluciones de banca móvil) habla de un “efecto multiplicador” en la economía que permite que cada vez más actores puedan participar y crecer.