Irán amenazó con tomar represalias cibernéticas contra sus más directos enemigos, Estados Unidos, Reino Unido e Israel, según la agencia de noticias iraní Ahlul Bayt.
La agencia cita como fuente de esta amenaza al general de brigada Ali Shadmani, quien supuestamente declaró que “cualquier ataque contra Teherán supondrá un riesgo para Estados Unidos y sus aliados”.
La información no explica la forma en que se podrían llevar a cabo tales represalias ni cuáles serían las acciones que la provocarían, pero la amenaza se ha lanzado la misma semana en que Rusia, aliado nuclear de Irán, acusó precisamente a Israel y Estados Unidos de los ataques basados en el gusano Stuxnet contra los sistemas industriales SCADA del programa nuclear del país.
Este tipo de discurso antioccidental no es algo inhabitual en Irán, y, según los observadores expertos en el país, se trata sobre todo de un mensaje dirigido a la población. Pero lo que sí parece algo novedoso es la mención al ciberespacio en la lista oficial de áreas de conflicto por parte de la élite política de Irán.
Según la información difundida por Ahlul Bayt, “organizaciones terroristas antirevolucionarias”, que incluirían el partido kurdo Party of Free Life for Kurdistan (PJAK) y Mujahedin-e Khalq (MEK) recibieron fondos de Estados Unidos, Reino Unido e Israel para atacar Irán.
La mayoría de la ciberactividad conocida de Irán se ha limitado hasta ahora a intentos de controlar a sus disidentes internos. Esta actividad podría estar relacionada con el robo de certificados SSL del suministrador de seguridad Comodo, según algunos expertos.