Los mensajes de texto, ya sea vía Messenger, Blackberry messenger, Whatsapp, iMessage o cualquier otro servicio de mensajería instantánea, llevan a la gente a ser más engañosa, en comparación con el uso de otros medios de comunicación.
De acuerdo con un estudio de la Escuela de Negocios de la Universidad de la Columbia Británica, las comunicaciones que ofrecen altos niveles de anonimato, aunque las personas se conozcan entre sí, inducen al engaño y la mentira.
Los medios de comunicación con alto nivel de anonimato o que no requieran la presencia física de la persona, son un escenario ideal para poder mentir, ya sea con fines mal intencionados, de permiso o de justificación, refiere.
Los autores del estudio señalan que a medida que las nuevas plataformas de comunicación están en línea, es importante conocer los riesgos en que pueden estar involucrados.
“Nuestros resultados confirman que el más anónimo de la tecnología permite a una persona, en un intercambio de comunicaciones, que se vuelvan moralmente laxa”, señala el profesor Karl Sauder Aquino, uno de los co-autores.
Explicó que el estudio abarcó a 170 estudiantes a quienes les propusieron un juego de transacciones bursátiles para clientes ficticios en diversas etapas: en persona, por video o audio y por mensajes de texto.
Durante la dinámica del experimento, a los corredores de bolsa se les suministró información privilegiada sobre acciones que perderían la mitad de su valor, con el fin de inducir a sus clientes a comprar.
Asimismo, a los compradores les proporcionaron esta información sólo después del cierre de las operaciones y se les pidió que informaran si los agentes de bolsa habían operado a través de algún engaño para cerrar las compras.
En el resultado final se encontró que 95 por ciento de los emisores de los mensajes utilizaron algún método de engaño o alteración de la información para favorecer su operación.
Este porcentaje bajó a 31 por ciento si lo comparamos con los que se comunicaron por medio de video y a 18 por ciento en persona, concluyó el análisis.