Un nuevo estudio de Juniper Research afirma que los ingresos que vendrán del consumo de aplicaciones móviles se aproximarán a los 52 mil millones de dólares en 2016. Esta cifra se deberá a dos factores; por un lado, el espectacular incremento en la adopción de smartphones, y, por el otro, el crecimiento que se espera para el mercado de tablets.
Asimismo, otra de las conclusiones del estudio de Juniper Research tiene a las operadoras como protagonistas. Así, y según el informe, los ingresos de éstas se verán incrementados gracias a las tiendas de aplicaciones como Android Market y Ovi. Del mismo modo, el despliegue masivo de nuevas opciones de facturación de descargas de aplicaciones significará, para estas tiendas, un incremento considerable de sus ingresos.
Por el momento, los smartphones continuarán generando la mayor parte de los ingresos provenientes de las aplicaciones. Eso sí, los tablets serán los que un mayor incremento registren en cuatro años. En la actualidad, los ingresos por la descarga de aplicaciones suponen el 7 por ciento del global. En 2016 este porcentaje ascenderá al 25%.
El informe de Juniper Research también señala que el modelo de tienda de aplicaciones virará hacia un entorno basado en el navegador. Además, la cada vez más cerca integración entre las aplicaciones basadas en Web y los teléfonos móviles hará que la ventaja de la que gozan las aplicaciones nativas se reduzca.
El estudio finaliza asegurando las oportunidades que generará, para el mercado de contenidos, las aplicaciones. En este sentido, el sector de los contenidos podrá ofrecer su producto directamente desde este nuevo modelo de negocio, en vez de depender de la distribución de la tienda. No obstante, y a pesar de esta afirmación, para el Dr. Windsor Holden, autor del estudio, “a pesar de que es probable que veamos cómo algunos grandes editores sí que aprovechen estos nuevos medios, especialmente aquellos cuyos ingresos dependen de los suscriptores, migrar hacia un modelo directo al consumidor (D2C), muchas compañías continuarán dependiendo de la distribución tradicional, ya que no poseen la escala de tráfico necesaria para hacer que el D2C sea un modelo de negocio viable”.