“En este caso, simplemente queremos ayudar a los diseñadores y desarrolladores que están familiarizados con el iOS a reimaginar sus aplicaciones utilizando los principios de diseño y de estilo de Metro”, afirma Microsoft en una entrada publicada en su blog corporativo. “Les mostramos cómo traducir la interfaz de usuario y los patrones de la experiencia que se encuentran en las aplicaciones de iPad a aplicaciones más del estilo Metro de Windows 8”.
Inevitablemente, este movimiento suscita una pregunta realmente simple: ¿Para qué están haciendo esto? Según Microsoft, se debe a una intención que no va más allá del “aprender más sobre la oportunidad de negocio de Windows 8 y la venta de aplicaciones”. En realidad, la compañía que preside Steve Ballmer busca competir de forma frontal contra el iOS de Apple por medio de las nuevas tabletas que se lanzarán a finales de este año y que correrán el sistema operativo de las baldosas.
“Con las exitosas aplicaciones en Windows, un desarrollador hará más dinero que la media de la industria, obteniendo el 80% de cada dólar pagado por el cliente, frente a una media del 70%”.
Dinero aparte, la web lanzada por Microsoft muestra cómo una aplicación de revista de fotos para iPad fue adaptada para encajar con el estilo Metro. La diferencia es notable desde el principio: ¿Cómo compaginar o traducir una aplicación basada en iconos y barras de herramientas a un entorno donde las barras se esconden y todo gira en torno a las famosas baldosas? En ese sentido, Microsoft presenta toda la evolución de la aplicación la cual, pasando por varios estados intermedios donde aparece de forma desordenada, acaba convirtiéndose en una aplicación totalmente coherente con la apariencia Metro y el nuevo estilo de Windows 8.
Este indica el movimiento definitivo que confirma (por si quedara alguna duda) la intención de Microsoft de sumarse a la lucha que en la actualidad mantienen Apple y Google por dominar el mercado de las tabletas, en el que actualmente mandan con una hegemonía casi total los iPad. Con la entrada de Windows 8, ya son tres las empresas que se disputan el liderazgo de este incipiente mercado, tras el fracaso comercial de webOS, sistema operativo lanzado por HP tras la compra de Palm y que ha acabado reconvertido en un sistema operativo de código abierto.