En la actualidad, el análisis de grandes datos es un fenómeno de características globales, y tanto el sector público como el sector privado pueden beneficiarse de la toma de mejores decisiones en pos del cumplimiento de sus objetivos.
Instituciones financieras están utilizando Big Data para maximizar la lealtad de sus clientes y mejorar sus niveles de servicio. La ventaja con la que cuentan es que, al utilizar información multi-estructurada de distintas fuentes, les es posible predecir patrones de comportamiento y comprender la “última milla” del proceso de decisión de un cliente.
Muchas industrias pueden obtener valor de iniciativas de Big Data. Por ejemplo, en el sector de la venta minorista, el análisis conjunto de la información de visitas a tiendas, llamadas a centros de contacto, información de weblogs y transacciones en línea provee una visión multidimensional de los clientes donde se observan sus compras, preferencias y comportamientos para poder sugerir qué productos incluir en la próxima visita.
Hoy no solo es importante comprender la rentabilidad por cliente o por producto, sino también poder predecir el comportamiento de cierto cliente para poder influir en él. Con el concepto de Big Data se profundiza la capacidad de las organizaciones de hacer “Behavioral Analytics”, en donde dejamos de analizar transacciones para analizar interacciones.
Con Big Data no buscamos respuestas, sino preguntas. Este es un proceso de aprendizaje por el cual las compañías tienen que animarse a transitar. Con el fin de maximizar el valor de la información tradicional y multi-estructurada, las organizaciones deberían implementar tecnologías que integren motores de búsqueda distribuidos con bases de datos relacionales, dos mundos que históricamente estuvieron divididos.
Alexis Zlocowski, director de Aster para C&LA