La actualización más importante desde Windows 95 del sistema operativo de Microsoft, y una de las apuestas más fuertes en la historia de la compañía de Redmon, no se convertirá en una opción masiva que se considere estándar, acaba de reconocer Forrester Research, que descarta por completo que Windows 8 alcance 50 por ciento de las empresas, como lo había logrado su predecesor.
“Hay que pensar que Microsoft espera una mayor adopción de Windows 8”, señala David Johnson, analista de Forrester y autor del informe “El final de Windows 8 como estándar corporativo”.
La mayor parte de las empresas acaba de migrar de Windows XP a Windows 7 o está en el proceso. En una reciente encuesta a empresas norteamericanas y europeas de la misma consultora se indica que Windows 7 ya acaparaba 50 por ciento de las PCs, mientras Windows XP se sitúa en 38 por ciento. En el mismo, se pronostica que un año después, esta proporción será de 60/30.
Los factores que afectan la adopción de Windows 8 en la empresa son variados, apunta Johnson. Los profesionales de TI no están muy convencidos de que Windows 8 ofrezca a sus empresas una mejora clara frente a Windows 7, que al menos ha demostrado ser un sistema operativo estable.
De hecho, muchos departamentos de TI están muy preocupados por algunos aspectos de Windows 8, como su nueva interfaz de usuario, basado en su muro de iconos y con su pantalla táctil y, en concreto, por la curva de aprendizaje que deberá sufrir en sus organizaciones hasta que los empleados manejen los nuevos equipos.
También hay dudas sobre cómo interactuará esta innovadora interfaz de usuario con la más tradicional de Windows 7 que también se incluye. “Realmente no hay una relación sólida y sin fisuras entre ambas”, advierte Johnson.
Otra preocupación tiene que ver con el costo y el esfuerzo que supone migrar un sistema operativo en una gran empresa. La fatiga por los trabajos de sustitución de Windows XP por Windows 7 es muy reciente.
Con Windows 8, Microsoft ha querido ser protagonista del mundo tablet y hacer frente al éxito de los iPads, y en menor medida al de los modelos Android. La versión de sistema operativo para estos equipos, Windows RT, también ha generado confusión y ha perjudicado la adopción de Windows 8 en la empresa, insiste el informe de Forrester, por la imposibilidad de correr aplicaciones de Windows 7 o XP y el escaso control que pueden ejercer los departamentos de TI sobre estos tablets.
Fuentes de Microsoft aseguraron recientemente que Windows 8.1 estará disponible el mes próximo, y en su forma definitiva a finales de año. Sin embargo, no han ofrecido más detalles en cuanto a novedades de funcionalidad y características.
Es difícil saber si Windows 8.1 será tan convincente que cambien los planes de adopción de las empresas, pero incluso si no lo hace, los departamentos de TI tienen que prepararse para implementar Windows 8, concluye Johnson.
No obstante, los estudios de mercado también indican que si la adopción de Windows 8 está siendo decepcionante en la empresa, los usuarios finales sí están apostando por las tablets.
Una encuesta de Forrester revelaba a finales del pasado año que 38 por ciento de los empleados preferían Windows 8 en sus PC del trabajo, mientras que 35 por ciento elegía Windows 7. Sin embargo, en cuanto a las tablets, 20 por ciento se inclinó por una tablet Windows 8 frente a 26 por ciento que optó por iPad.