Las donaciones que WikiLeaks ha recibido desde enero sólo han sido suficientes para cubrir los gastos de su infraestructura esencial, como servidores. La plataforma en defensa de la transparencia pública necesita más fondos para mantenerse en marcha.
La delicada situación de Julian Assange no es el único problema al que debe enfrentarse Wikileaks en los próximos meses. Y es que las donaciones con las que se financia el proyecto han sufrido un drástico descenso en los dos últimos años. Tan sólo el pasado año, Wikileaks recibió 69 mil euros de los seguidores de esta plataforma en pro de la transparencia, mientras que sus gastos ascendieron a cerca de 392 mil euros.
Si se analiza la situación anterior, se puede ver que en 2010 Wikileaks recaudó más de 1.3 millones de euros pero ya en 2011 esa cifra cayó a apenas 139 mil 400 euros, frente a los 660 mil 500 euros de gastos. Gran parte de la culpa de esta caída fue el bloqueo de PayPal, Mastercard y Bank of America a estas donaciones, después de que la plataforma comenzara a publicar cables diplomáticos de Estados Unidos en noviembre de 2010. Ese bloqueo redujo, según algunas estimaciones, las donaciones en un 95%.
WikiLeaks ha estado funcionando hasta ahora con las reservas de efectivo de la Fundación Wau Holanda. Entre sus principales gastos, y dada la dramática situación de la plataforma, se encuentran el mantenimiento de los sistemas de Wikileaks (134 mil 400 dedicados a servidores, computadoras y logística) y las propias campañas de información (178 mileuros fueron gastados el pasado año en revisar, garantizar el anonimato y procesar vídeos y documentos).