Dito, un desarrollador especialista en aplicaciones para las futuras gafas de Google, acaba de anunciar que dispondrá de las primeras aplicaciones para empresas a finales de este año o comienzos del próximo. “Estamos en las primeras etapas de desarrollo”, reconoce su cofundador, Dan McNelis.
Las ya famosas gafas del futuro fueron anunciadas por Google en 2012. Desde entonces, se ha desarrollado un sistema en fase beta para desarrolladores y los primeros modelos puede que lleguen al gran público en 2014.
Así lo adelanta Dan McNelis que reconoce que Dito está desarrollando tanto el sistema interno como las aplicaciones que se situarán por encima de la API de Google Glass y que está trabajando en nuevos usos concretos y más personalizados para estas aplicaciones.
En su intervención en la Conferencia E2 de Boston, McNelis mencionó a uno de sus clientes, una empresa de construcción, que está interesada en aplicaciones de modelado o BIM que realiza un proceso para pasar de una pizarra a un modelo 3D. El directivo describe cómo un trabajador de la construcción “podría caminar sobre el terreno, mirar una columna y confirmar con las gafas que está en su sitio y que guarda el ángulo correcto”.
Sin embargo, el directivo no quiere ir demasiado deprisa y reconoce que “después de trabajar con Google en el pasado, lo que tenemos claro es que no queremos crear una aplicación que vaya encima de una API que aún está en evolución”, y menciona dos ejemplos recientes de aplicaciones que han sido eliminadas por Google, de reconocimiento facial y pornografía.
“Google dispone ya de reconocimiento facial en sus gafas e incluso sospecho que reconoce que ya es una necesidad. En cuanto el mercado lo demande, buscará la forma de resolverlo y será una funcionalidad que, de una forma u otra, será posible”, subraya McNeils.
El directivo reconoce que, junto a otros cinco o seis miembros de su compañía están probando las gafas Google y que se imaginan ser un usuario. Delante de un ojo se encuentra un pequeño cuadro que reproduce a pantalla. Los usuarios pueden dar comandos de voz a las gafas inteligentes para completar tareas sencillas, como búsquedas en la Web, tomar fotos o grabar vídeo. La vida útil de la batería es de unas tres horas, en un uso normal, pero McNeils espera que su potencia de proceso aumente y se alargue la duración de la batería, en futuras versiones del sistema.