Las antiguas prescripciones de la ergonomía de oficina buscaban minimizar el daño musculo esquelético de las personas que estaban sentadas en sus escritorios durante varias horas. Pero actualmente, los expertos en ergonomía de oficina no ven el hecho de que la gente se siente frente a sus escritorios por varias horas como algo bueno. Mientras tanto, el aumento significativo de dispositivos móviles parece ofrecer una manera de aliviar el problema -pero resulta que dichos dispositivos vienen con su propia carga/bagaje ergonómica.
“Durante décadas, la ergonomía se presentó como una forma de hacer que la gente permaneciera en sus escritorios por un tiempo más largo y productivo”, señala el doctor James Levine, director de soluciones para la obesidad en la clínica Mayo en Rochester, Nueva York y Phoenix. “En los últimos seis o siete años nos hemos dado cuenta de las consecuencias del hecho de que las personas se sienten por mucho tiempo, y es una lista impresionante”.
En concreto, se enumeran (sin ningún orden en particular) la diabetes, baja productividad, hipertensión, apatía, depresión clínica, hiperlipidemia (niveles elevados de lípidos en la sangre), bajos estados de ánimo o depresión leve, enfermedades cardiovasculares, obesidad, problemas de espalda, trombosis venosa profunda y lentitud mental.
“El pensamiento moderno es que tenemos que revertir el proceso de 40 años y sacar a la gente de sus sillas”, señala Levine. “La productividad en la oficina y las calificaciones escolares mejoran a medida que la gente se vuelve móvil, cuando se paran y comienzan a caminar y moverse. Los trabajadores le van a decir que se sienten más brillantes y también dirán, por mucho que odie ese término, ‘me siento vivo’. Hace como diez años tuve colegas científicos gritando sobre esto en mis aulas, diciéndome que estaba equivocado, pero ahora está probado internacionalmente que el sedentarismo está matando gente”.
Nueva ergonomía de los dispositivos móviles
Por extraño que parezca, nadie está diciendo que los dispositivos móviles tienen la respuesta con su potencial para la movilidad personal. Esto puede deberse a que, los dispositivos móviles introducen nuevos problemas ergonómicos.
Las tabletas, por ejemplo, a primera vista pueden parecen librar a las personas de sus escritorios, pero de hecho, la gente tiende a ponerlas encima de sus mesas y leerlas como si fueran libros, explica el doctor Alan Hedge, director del Human Factors and Ergonomics Laboratory en la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York. Con un libro la gente va, ocasionalmente, a cambiar la postura cuando pasen de página, pero con las tabletas pueden permanecer encorvados por largos periodos de tiempo, señala.
“Encorvarse comparado con recostarse, multiplica las fuerzas compresivas sobre las vértebras de la espalda baja”, explica Hedge. “Al recostarse 20 grados en un sillón está relajando y reduciendo la compresión. Por eso ‘nos acostamos y nos relajamos’, no ‘nos encorvamos y nos relajamos’”.
Uno de los resultados del encorvamiento es el síndrome llamado iPad Neck -dolor crónico de la parte posterior del cuello y la parte superior de los hombros. Hedge recomienda levantar la tableta o ponerla en un soporte para leer con el cuello recto y derecho.
El uso excesivo de las tabletas puede interferir, también, con dormir bien, señala la doctora Mariana Figueiro, directora del Light and Health Program del Lighting Research Center en el Rensselaer Polythecnic Institute en Troy, Nuevo York. La exposición a la luz muy brillante en la noche suprime la producción de melatonina, un químico producido por el cuerpo que ayuda a conciliar el sueño, haciendo que sea más difícil irse a dormir.
La doctora Mariana Figueiro ha descubierto que usar una iPad con todo el brillo de pantalla por dos horas es suficiente para ocasionar la supresión de la producción de melatonina. (También realizó el experimento con pantallas de televisor y de computadoras CRT, pero no encontró ninguna supresión, quizá porque son menos brillantes y usadas a mayor distancia de los ojos).
Teclear por mucho tiempo en una tableta abre la caja de pandora, advierte Hedge. “Hemos invertido mucho tiempo y trabajo en esto”, señala. Primero, hace que los que poseen tabletas tecleen más lento que en un teclado normal, ya que no proporciona ningún tipo de retroalimentación táctil, dado que el usuario no puede saber, sin mirar el teclado, si su pulsación se ha llevado a cabo o no.
Segundo, “los dedos tienden a doler ya que no hay nada que presionar en la superficie. Es como tamborilear con los dedos todo el día en su escritorio”, señala Hedge. “Para la conveniencia de la tecnología hemos alejado a la gente del tecleo y acercado al toque y presionar con la punta del dedo, reduciendo dramáticamente su productividad. Es ridículo”.
La háptica (o tecnología del tacto), que intenta proporcionar esa retroalimentación de las pantallas planas que hace falta, puede ser de gran ayuda -eventualmente. Pero las tecnologías están, todavía, siendo desarrolladas y aún no han sido totalmente adoptadas en dispositivos móviles.
Las laptops, mientras tanto, son consideradas no ergonómicas por naturaleza, ya que no hay manera de ajustar la distancia entre el teclado y la pantalla. “Sus manos quieren estar cerca de su pecho, pero sus ojos quieren enfocarse en algo que está a 60 cm delante de usted”, haciendo imposible obtener una postura ergonómica con una laptop, explica Hedge.
Usar las laptops sobre una mesa, en lugar de una computadora de escritorio, solo agrava el problema, añade. “Las mesas normalmente tienen 73 centímetros de alto, la cual es una buena altura para escribir a mano en un papel pero terrible para tipear, ya que es demasiado alta a menos que mida más de un metro 87. Entonces está añadiendo la altura de la laptop”.
Pero Hedge señala que el problema puede ser aliviado por el uso de un brazo de pantalla LCD, el cual sostiene la laptop en una posición elevada donde la pantalla puede ser usada como el sistema de visualización (system display). Un teclado y un mouse complementarios pueden ser colocados sobre la mesa.
Una configuración alternativa es cerrar la laptop y usar un monitor externo así como un mouse/teclado externo, pero Hedge considera que las pantallas de las laptops de último modelo, como la pantalla Retina de la MacBook Pro, son demasiado buenas como para ser desperdiciadas.
En cuanto a los smartphones, la dependencia en los pulgares para enviar mensaje de texto ha dado lugar a un aumento de la condición llamada de diversas maneras como BlackBerry Thumb, Text Thimb, Nintendo Thumb o De Quervain Syndrome. “BlackBerry Thumb, es en realidad tendinitis en la base del pulgar, causada por el hecho de escribir demasiado rápido y es una tendencia cada vez mayor”, señala Linda Weitzel, ergonomista superior de Xerox en Rochester, Nueva York. Usar otras opciones de entrada de mensajes de texto va a ayudar, añade, tales como el texto predictivo y el reconocimiento de voz.
Hedge señala que la encuesta Virgin Mobile a los usuarios británicos del 2006 encontró que los informes de los pulgares y muñecas adoloridas aumentaron 38% durante los últimos cinco años. Investigaciones más recientes confirman esos resultados.
En defensa de los descansos frecuentes
Si los dispositivos móviles no son la respuesta, tampoco lo es la membresía a un gimnasio, ya que el ejercicio fuera de la oficina no puede deshacer los efectos no naturales de estar sentado en una silla por horas, señala el doctor Joan Vernikos, ex director de la División de Ciencias de la Vida de la Nasa con base en Culpepper, Virginia.
“Hay una base de actividades que tenemos que hacer a lo largo del día para permanecer sanos”, agrega. “Este es el tipo de actividad que nuestros padres y abuelos solían realizar a lo largo del día, pero los dispositivos nos han apartado de ella”, comenta Vernikos. Ir al gimnasio por media hora en la mañana y después sentarse por el resto del día no proporciona esa base, añadió.
“La señal para pararse causa algo en el cuerpo que lo sintoniza, controlando la presión de sangre y la circulación”, señala Vernikos. “Cada 20 o 30 minutos necesita pararse. Mientras más seguido mejor, pero hacerlo 20 veces de una y decir que ya está listo no es suficiente, debe hacerlo a lo largo de todo el día”.
Ella basa sus conclusiones en la investigación que hizo para la NASA sobre los efectos de no tener estrés gravitacional en el cuerpo, como lo que los astronautas experimentan en una caída libre. Los voluntarios permanecieron en la cama por un mes; algunos se pararon para usar la máquina de correr y otros simplemente se levantaron. Un tercer grupo solo se quedó en la cama. El último grupo de voluntarios perdieron 25% de su capacidad aeróbica en tan solo cuatro días, recuerda Vernikos.
En cuanto a los que se levantaron, “para mi sorpresa, pararse fue más eficiente que caminar. Necesita pararse una vez cada hora, y cada 30 minutos es mucho mejor”, agrega. Extrapolando los resultados a las personas que están sentadas en lugar de acostadas, la gente necesita pararse 36 veces al día, añade.
Para llevarlo a otro nivel, Weitzel señala que usa una “standing desk”, una mesa en la que uno no se sienta sino trabaja parado, y ha recomendado esa solución a miles de empleados de Xerox a través de los años. “La mayoría señala, rápidamente, que sí es de gran ayuda para la espalda. De todas esas personas, solo conozco a uno que prefirió sentarse. Quizás fueron los tacones muy altos”, supone.
Weitzel es rápida en señalar que es mejor tanto pararse como sentarse, diciendo que trabaja con los empleados para reconocer los signos de fatiga. “Yo los educo sobre cómo su cuerpo debe sentirse y [decirles] que no lo lleven al límite, ya que estar parado todo el tiempo puede crear tantos problemas como estar sentado”.
La oficina como un submarino
También puede sentirse débil por todo lo que cae desde arriba: la iluminación artificial inmutable y fija, especialmente cuando no hay ventanas.
Figueiro ha realizado estudios para la Marina de los Estados Unidos sobre el uso de la luz para aumentar el grado de vigilancia de la tripulación de submarinos. Encontró que, dejándolo solo, el cuerpo tiende a inclinarse o desviarse hacia un horario de 24.2 horas y eventualmente sus horas de sueño van a comenzar a sobreponerse a las horas de oficina. Para reestablecer su cuerpo al día de 24 horas, deberá exponerse a la luz del sol, pero en invierno la gente suele viajar diariamente al trabajo en la oscuridad. En ausencia de luz solar, la exposición a la luz azulada, servirá.
“La exposición a la luz solar puede servir como energizante, igual que una taza de café”, añade Figueiro. La iluminación azulada en los cubículos está disponible, pero cualquiera que sea la fuente, la luz debe llegar a la retina -tiene que ver la fuente, ya sea directa o reflejada, explica.
Para la fatiga visual general, Weitzel recomienda que los que la padecen se aseguren que su monitor está limpio y que sus recetas de anteojos estén al día. También deben tomar descansos cada hora que implican mirar perdidamente en la distancia, añade.
En busca del alivio
A diferencia de las prescripciones de postura de la ergonomía antigua el nuevo manual de estrategias es más arte que ciencia, ya que tiene que estarse actualizando constantemente por la aparición de nuevas tecnologías. En otras palabras, no hay una sola respuesta.
“Estar sentado debe ser una postura elegida y no impuesta ni obligada”, señala Levine. “No estoy diciendo que paren de trabajar y que vayan a dar una caminata, estoy diciendo que deberían realizar la misma cantidad de trabajo, pero hacerlo mientras se está en movimiento”.
Aparte de las “standing desks”, Levine recomienda la “treadmill desk”, una cinta para correr a la que se le incorpora una mesa, además de instalaciones menos complejas como motores paso a paso de cables telefónicos que le permitan caminar de un lado a otro mientras estén hablando por teléfono. Los trabajadores de oficina deberían programar las llamadas cuando puedan caminar mientras estén con el celular. Esto puede ser codificado de color verde en Microsoft Outlook, para que así puedan ver cuán “verde” es su agenda.
También sugiere la celebración de fiestas de oficina en las galerías de arte (u otros lugares donde todo el mundo está parado) en vez de en restaurantes y bares. En lugar de recompensar a los empleados con entradas de cine (y reforzar el hábito de estar sentado), la administración podría traer a masajistas o instructores de yoga. Las competencias de oficina pueden ser lanzadas con objetivos relacionados a la salud.
“Baje y suba por las escaleras. Vaya al bebedero”, añade Vernikos. “Si se mete en problemas por ir al bebedero, ponga una botella de agua al otro lado de cuarto. Tiene que cambiar sus hábitos, pero la parte más impresionante de esto es que cuando lo haga va a tener más energía”.
Finalmente, las fuentes coincidieron con que los trabajadores de oficina necesitan aceptar la premisa básica de que, para muchos, al parecer, va en contra de su ética de trabajo: Se supone que debería estar cómodo en la oficina.
“El principio es estar cómodo”, señala Hedge. “Estar en una postura neutral. Si hay algún signo de incomodidad cambie de posición y haga algo diferente. No piense que porque está en el trabajo debería doler”.
Si es que duele, Weitzel señala, “tenemos que pensar en algo diferente”.
– Lamont Wood, Computerworld