Para el año 2020, trabajaremos apoyados de proyecciones holográficas, robots y avatares y nos desenvolveremos en entornos de trabajo más flexibles, esto de acuerdo a las previsiones de Regus, quien investigó algunos de los avances tecnológicos que cambiarán la forma de trabajar en el futuro.
A decir de la compañía, hace quince años, enviar correos electrónicos usando un teléfono móvil era un concepto futurista. Hoy es posible estar conectado a la oficina desde virtualmente cualquier lugar a través de la nube o estar ‘presentes’ a través de Skype o WebEx.
Así, de acuerdo con Regus, esto es lo que podremos esperar ver en la forma de trabajar en seis años.
Podremos vestir nuestras computadoras y trabajar en la mitad de una montaña
En el futuro, el dispositivo que traeremos podrá ser un reloj de pulsera o un collar y se abrirá cuando necesite hacer una llamada o enviar un correo. Además, las baterías se cargarán utilizando energía solar, por lo que no necesitará estar cerca de un tomacorriente. El dispositivo conceptual “Morph” de Nokia ya está explorando estas capacidades.
Ya no hablaremos de “la oficina”
Si la tecnología nos permite trabajar desde cualquier lugar, no hay necesidad de que las personas vayan a las oficinas tradicionales todos los días o que los negocios paguen los altos costos de propiedad del siglo XX. Esto ya es una realidad en varias organizaciones.
No necesitamos mirar pantallas para trabajar
Los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts han desarrollado un prototipo llamado SixthSense, una prenda que convierte al mundo que lo rodea en una computadora. ¿Quiere escribir un correo electrónico? Proyecte un teclado al aire y comience a escribir. ¿Necesita navegar en internet? Aparece una pantalla, donde puede navegar con pequeños gestos.
Todo lo haremos en zettabytes
Se predice que para el 2025 habrá 100 zettabytes de datos almacenados a nivel global (son 100 sextillones de bytes). Suficiente para 36 mil millones de años en video HD.
Nuestros compañeros de trabajo serán avatares
En vez de que su cara aparezca en la pantalla de una computadora cuando realice una teleconferencia, un avatar en 3D aparecerá en la pantalla. Microsoft ya está trabajando en una tecnología de tele presencia holográfica que usa cámaras infrarrojas para “crear un holograma de un usuario remoto en 3D para hacer reuniones cara a cara”.
Si hay de estas cámaras infrarrojas en cada calle y edificio, podemos explorar libremente ciudades completas como un avatar holográfico, sin salir de la comodidad de nuestros hogares. Podría trabajar y socializar fácilmente en varios países distintos con tan solo tocar un botón, por lo que red profesional y social podría ser realmente global.
Robots llevarán nuestras vidas
Se usarán robots para muchas tareas administrativas. Responderán teléfonos, programarán viajes, pedirán comida, pagarán las cuentas y se encargarán de los libros de contabilidad.
Más allá de ello, podría tener una cortadora de césped robótica o un refrigerador qué cocinar con los ingredientes que tiene dentro[6. Además, su automóvil se conducirá por piloto automático mediante GPS; todo lo que necesitará será ingresar su destino y reclinarse.
Tendremos mucho más tiempo libre y más espacio para crear e innovar.
Seremos más felices y más productivos
La nueva forma de trabajar desde cualquier lugar permite a las personas escoger cómo, cuándo y dónde trabajar. Por esto, serán mucho más productivas. British Telecom descubrió que los empleados flexibles (que trabajan donde quieren) son 20% más productivos que sus contrapartes que laboran en una oficina; también piden menos días libres por enfermedad y se sienten más satisfechos con su trabajo.
Además, una investigación de Regus reveló que 72% de los negocios dice que las prácticas laborales flexibles aumentan la productividad y que 63% dice que el personal está más motivado y se siente con más energía. Cuando el trabajo flexible se convierta en norma, podremos disfrutar de sus beneficios, ya sea que estemos o no listos para enviar a nuestros avatar a explorar el mundo.
-CIO México