Los usuarios cada vez compran y usan la banca online con más frecuencia por lo que el riesgo de convertirse en víctimas de una ciberestafa, si no se toman medidas de seguridad adecuadas, también aumentan. Por ello, es conveniente estar alerta y vigilar las cuentas de PayPal, Amazon, Google Checkout y otras cuentas de pago online para poder detectar la actividad sospechosa de inmediato.
¿Cuáles son los signos que indican que los cibercriminales han accedido a nuestra cuenta de banca online? Kaspersky Lab lo resume en seis estos síntomas y aconseja a los usuarios sobre cómo mantener sus finanzas a salvo.
Por un lado habrá que estar atentos a cualquier actividad no autorizada. Los cibercriminales saben que los usuarios están pendientes de sus transacciones, por lo que se ha de tener en cuenta hasta las pequeñas cantidades no autorizadas ya que pueden ser una señal de peligro.
En segundo lugar, no ignorar las notificaciones. Si el usuario recibe un correo electrónico confirmando que los detalles de la cuenta han cambiado y en realidad el usuario no lo ha hecho, la cuenta puede estar comprometida.
Hay que tener cuidado con las falsas llamadas. Si alguien llama desde un número desconocido y dice ser el proveedor bancario, es mejor que les llame el usuario de vuelta a su número de teléfono habitual. Y si de repente comienza a recibir mensajes SMS o llamadas desde un número de teléfono móvil que su proveedor no suele utilizar conviene estar alerta.
También hay que revisar todos los correos electrónicos y si alguno no procede de un emisor conocido, es mejor no responder y consultar con el proveedor.
Y por último, estar atento a los enlaces falsos. Si detecta actividad extraña en la cuenta, es mejor comprobar que no haya dado clic en algún enlace de correo electrónico de aspecto sospechoso recientemente.
También es necesario contar con una solución de seguridad en el dispositivo, con las funciones de seguridad de banca online activa. Los cibercriminales más sofisticados ahora utilizan ataques llamados man – in-the- browser, un exploit que instala malware invisible en el equipo y modifica las páginas web legítimas con el fin de tomar el control de la actividad de banca online del usuario. De este modo, la dirección web que está viendo será correcta y se accede al sitio web del banco legítimo, pero los ciberdelincuentes podrán interceptar la transacción, robar los datos financieros y, sobre todo, el dinero.
– – ComputerWorld España