La cifra supone tres veces la que se dio un año antes, dado que los usuarios están usando más que nunca las tarjetas de débito para hacer compras. La encuesta, conducida por el Discover Financial Services Pulse de ATM, encontró que la mayoría de las tarjetas estuvieron afectadas por solo una brecha, la que expuso a más de 70 millones de usuarios a finales de 2013. Esta cifra supone que un 10% de las tarjetas de EE.UU. fueron infectadas en esa falla, la mayoría de las instituciones financieras afectadas tuvieron que volver a emitir tarjetas.
Estos episodios probablemente fomente la adopción más rápida de las tarjetas EMV, que contienen un microchip en lugar de una banda magnética, y requieren un PIN de autorización en lugar de una firma. Mientras que EMV ya es un estándar en Europa, los bancos estadounidenses y cooperativas de crédito aún van por detrás en la adopción de esta tecnología. Ahora, dos terceras partes de las instituciones financieras planean comenzar a emitir tarjetas EMV durante el próximo año.
También ha ayudado a impulsarlas el cambio en las reglas de responsabilidad en relación con las compras con tarjeta del pasado octubre. Después de esa fecha, los emisores de tarjetas y minoristas que han invertido en tecnología EMV serán protegidos de la responsabilidad por las pérdidas.
La tecnología EMV da a los bancos el incentivo de que su inversión en los cambios tecnológicos que realicen será rentable después, si se compara con los gastos que suponen los episodios de fraudes y brechas de seguridad. La encuesta encontró que los bancos registraron una pérdida de fraude de 2,2 centavos de dólar por transacción con firma, mientras que en las transacciones basadas en PIN solo fue de 0,3 centavos por transacción.
Los datos sostienen que los consumidores están utilizando sus tarjetas de débito más, el promedio de uso es de 20 veces al mes en el 2013.
– Martyn Williams, IDG News Service