Semana a semana nos encontramos con noticias de tormentas catastróficas en algún lugar del mundo: tornados, inundaciones y terremotos o situaciones del mal tiempo. ¿Su empresa ya está preparada para reaccionar ante una situación de tal manigtud?
Cuando el huracán Sandy golpeó la ciudad de Nueva York en 2013, una buena parte la ciudad resultó afectada. Al inundarse edificios y túneles del metro, se produjeron cortes de energía generalizados. En muchos lugares, los generadores de emergencia se encuentran en el sótano y por las inundaciones, fueron imposibles de utilizar. Inclusive, las personas que quedaron aisladas de la urbe, no pudieron presentarse a trabajar ni realizar sus labores desde casa por la falta de electricidad en gran parte de la ciudad.
En términos de sistemas de TI, la tormenta tuvo un impacto devastador. Los servicios de correo electrónico se afectaron, al igual que muchas torres de celulares. Las compañías fueron incapaces de comunicarse con sus empleados y los sistemas informáticos impactaron a las empresas de toda la ciudad de Nueva York. Para algunas compañías, esto significó pérdidas de miles de dólares, y así observaron la gran necesidad de contar con mejores prácticas, en términos de copias de seguridad de datos y servicios de recuperación en línea.
Afortunadamente, la ciudad se recuperó del fenómeno meteorológico y aunado a este proceso, muchas empresas se percataron de varias acciones positivas a considerar. NetApp enlista 10 consejos para que las organizaciones se encuentren seguras en caso de cualquier desastre sorpresivo:
1. Identificar los sistemas y procedimientos indispensables de cada negocio, que deben estar en funcionamiento en caso de un desastre.
2. Desarrollar un plan de recuperación de datos y probarlo por lo menos dos veces al año para identificar los requerimientos necesarios.
3. Crear un plan de acción para revivir los sistemas indispensables desde la copia de seguridad en caso de un desastre.
4. Poner en marcha acuerdos de acción con los encargados de sistemas de manera continua para garantizar la recuperación de datos. Un ejemplo podría ser, convenciones de trabajo para reforzar y destacar las acciones de cada miembro.
5. Emplear las mejores prácticas en términos de estrategia de TI. Independientemente de la tecnología con la que la empresa cuente, debe seguir las mejores prácticas para que cuando ocurra un desastre, los sistemas estén optimizados y sean capaces de volver a funcionar lo antes posible.
6. Crear libros de ejecución para todos los entornos críticos, que éstos marquen un paso a paso las instrucciones para restaurar los sistemas. El fin de esto es que, en caso de que los administradores de TI no puedan llegar al sitio de recuperación del sistema, las instrucciones claras y detalladas permitan a alguien menos familiarizado con los sistemas llevar a cabo la restauración.
7. Considerar los sistemas automatizados virtuales que eliminan aplicaciones indispensables para prevenir complicados procesos de recuperación.
8. Emplear una estrategia remota para que el personal clave tenga la capacidad de trabajar y colaborar desde casa o en otros lugares fuera del sitio.
9. Identificar a terceros que puedan apoyar a la empresa a recuperar los sistemas, en caso de que el equipo de trabajo no se encuentre disponible.
10. Consultar con proveedores y colegas para conocer cuáles son los procesos para una recuperación que se están utilizando en su industria, y de esta manera, crear mejores prácticas para una restauración rápida. Muchas veces, las pláticas informales con otros equipos de TI pueden ser proactivas para contar con recursos que conviertan la tarea de recuperación en un proceso más sencillo.