¿Recuerdan cuando la “computación verde” estaba de moda? Las compañías competían por premios verdes, virtualizaban sus centros de datos, establecían comités de desperdicios electrónicos, lanzaban iniciativas de impresión en ambos lados de la página y activaron la opción de administración de energía en las computadoras.
Mientras tanto, los desarrolladores de equipo luchaban por el cumplimiento de Energy Star, pregonando sus estadísticas de eficiencia y siguiendo los principios y directrices establecidos por el EPA, Green Electronics Council, para posicionarse como ecológicos.
Incluso las consultoras como Gartner, Cognizant Technology Solutions y Forrester Research, Inc., estaban involucradas alentando a los CIO y organizaciones de TI a involucrarse y dirigir programas de sostenibilidad en sus empresas.
Hoy en día, mientras las compañías siguen buscando eficiencias de TI, los golpes en el pecho se han convertido en un murmullo y el concepto de TI verde se ha ido marchitando. “Se ha olvidado, pero no ha desaparecido”, señala Chris Mines, analista en Forrester.
“Aunque la evidencia del cambio climático está atrayendo cada vez más atención que hace cinco o seis años, los mecanismos políticos están congelados en el tema de poner regulaciones y políticas en su lugar que fuercen a acciones futuras por parte de las empresas”, indica Mines.
Como resultado, medir y reportar sobre las emisiones de dióxido de carbono se ha convertido en algo bonito de tener, en vez de algo que se debería tener. Incluso en países como Scandinavia o Australia, donde las regulaciones o reglamentos han sido aprobados, anota Mines, las leyes no han sido reforzadas.
El TI verde como un ítem de la agenda nunca llegó a ser una prioridad para los CIO, agrega Mines. De hecho, la mayoría de CIOs gastan cualquier cantidad de energía cuando se trata de satisfacer las expectativas de negocio de tiempo de actividad, de respuesta y el desarrollo e implementación de la velocidad de las aplicaciones. “Estas son las métricas que les importan a medida que dirigen sus iniciativas, bonus y retención de trabajo”, indica Mines.
Incluso CompTIA retiró su certificado de TI Verde el 31 de diciembre de 2013, explicando que desde que fue introducido en el 2012, “TI verde fue incrustado en la forma normal en que las compañías hacen negocio”, según un comunicado de prensa emitido por el grupo. Otros claman ser diferentes, incluyendo Graeme Philipson, editor de The Green IT Review, que dijo en una publicación en un blog que su propia investigación y observaciones revelaban que “muchas organizaciones o están luchando con el tema de TI verde o lo están ignorando”.
En el lado positivo, agrega Mines, los desarrolladores de hardware continúan mejorando el potencial de eficiencia de energía de sus máquinas, aunque con menos fanfarria que hace cinco años. Esto se debe, en parte, a que los proveedores reconocen la poca eficiencia que los puntos de referencia proporcionan en la diferencia competitiva, anota. “Los usuarios no están hilvanando sus acuerdos de compra basándose en si el Servidor X es más rápido y eficiente que el Y”, señala Mines. “Está tan abajo en la lista de criterios como el tema de los empaques y las entregas, de donde es que se sacan los materiales y qué cantidad de aguas residuales es usada en la manufactura -nadie está estudiando y analizando esto con cautela”.
Con todo esto dicho, para los profesionales de TI que todavía se preocupan sobre TI verde, hay algunos pasos que se pueden seguir para promover la conservación de energía, y quizá comenzar una nueva iniciativa de sostenibilidad corporativa.
1. Échele un vistazo a las luces más brillantes
Google, Facebook, Apple -los grandes de esta industria están involucrados y cuentan con esfuerzos y planes innovadores de abastecimiento de energía para sus centros de datos, y miden el progreso de la realización de estos planes, señala Mines. Google, por ejemplo, ha invertido en quince compañías de energía renovable, mostrando interés en los sistemas solares y de viento, y se ha puesto la meta de operar 100% en energías renovables.
Apple se ha comprometido con que su campus en Cupertino, California, va a funcionar con 100% de energía renovable, confiando en la ventilación natural el 75% del año con uno de los más grandes paneles solares del mundo colocados en su campus corporativo.
Mientras tanto, Facebook está construyendo un campus en Menlo Park, California, que va a ser construido con un jardín cubierto, mezclándose y confundiéndose con la ladera y conectado al campus existente a través de un túnel bajo tierra. “Ya se ha avanzado mucho en el progreso de la industria de tecnología en el tema de ser un participante responsable, sino un líder, en el reconocimiento y remediación de su contribución a la contaminación de dióxido de carbono y el resultante cambio climático”, anota Mines.
2. Haga equipo con un líder apasionado
Las compañías que se comportan de manera ecológica y responsable son normalmente dirigidas por un CEO apasionado por el ambiente, señala Mines. “Cuando los CEO imponen sus creencias y maneras de pensar en el resto de la organización, un conjunto de datos empieza a desarrollarse alrededor de la retención, satisfacción y reclutamiento de los trabajadores, además de una cuenta más barata de electricidad y agua”, anota Mines. Pero la clave es que los resultados partan de una creencia más que de la otra manera.
3. Examine a sus proveedores
Vistos como un grupo, los compradores de hardware tienen más poder que los reguladores y legisladores, en alentar a los proveedores a adherirse a prácticas ecológicas y a parámetros de ahorro de energía, señala Mines. ”Sus materiales, operaciones, diseño, manufactura, empaque -cualquier oportunidad que tenga de darle una paliza a los proveedores es una buena actividad”, añade Mines. “Ellos siempre están buscando la oportunidad perfecta de marcar un par de cajas más en la lista de criterios de compra”.
4. Ponga en práctica su e-cycling
Los profesionales de TI también pueden lanzar esfuerzos de base para botar responsablemente la tecnología obsoleta. Esto puede oscilar desde negociar con los proveedores para que se lleven el equipo de TI antiguo, como routers, servidores y unidades de disco; hasta educar a los empleados y explicarles dónde es que pueden reciclar sus celulares.
5.- Salga a cenar con el CFO
Los informes de sostenibilidad corporativa se han vuelto comunes, según KPMG, con casi tres cuartos de 4.100 compañías encuestadas que producen esos reportes. Sin embargo, actualmente hay un gran interés en que las compañías integren la información de sostenibilidad con los resultados financieros. Esa es la meta de la Global Reporting Initiative, la organización que creó el marco más utilizado para los informes de sostenibilidad.
Hasta ahora, solo el 1,4% de los 500 reportes S&P financieros y de sostenibilidad están completos, según el IRRC Institute, incluyendo los de American Electric Power, Clorox, Dow Chemical, Eaton, Ingersoll Rand, Pfizer y Southwest Airlines. Sin embargo, Europa pasó y aprobó una legislación este año que requiere que las empresas con más de 500 empleados incluyan factores de sostenibilidad -incluyendo sus impactos sociales, económicos y en el ambiente- en sus reportes financieros anuales.
Ya que todo el impulso se está acumulando en los informes integrados, los CFO se van a interesar cada vez más por los esfuerzos de sostenibilidad, señala Mines. Los profesionales de TI, que están al tanto de esta tendencia, pueden jugar un papel importante en proporcionar los datos y crear los procesos para la creación de esos reportes; o por lo menos estar preparados para cuando los CFO les toquen la puerta. “¿No sería increíble”, anota Mines, “ser capaces de implementar el plan de TI verde y ponerlo en práctica?”
Todo esto sirve para demostrar que aunque hayan muchísimas razones para el cinismo cuando se trata de TI verde, hay muchas áreas con profesionales de TI apasionados que lo único que intentan es lograr que el TI verde siga en pie.
Mary Brandel, Network World EE.UU.