Cuando ascienden a un compañero de trabajo, con el que mantenía una amistad, todo cambia, pero para todos, es decir, también para él. El ambiente de trabajo se enrarece, y el ajuste lleva un tiempo. Mantener la amistad es un punto de tensión, y no parecer un ogro, sino convertirse en un líder, es una necesidad.
Aunque se han escrito innumerables páginas sobre cómo pasar de ser compañero a jefe, y algunas menos sobre cómo aceptar que su amigo sea su nuevo jefe, en ADAMS queremos compartir una visión global y realista.
Lo primero es aceptarlo. Algo ha cambiado. No sirve actuar como si todo fuera igual. Antes se desahogaban juntos de los problemas de la chamba, y eso se acabó. Pero sí puede dar un feedback honesto cuando le pregunte. No puede rebatir las decisiones, aunque sí tiene derecho a opinar durante el proceso en que se toman, como parte de un equipo. Y debe aceptar las críticas, y no tomarlas como un ataque personal.
Como nuevo jefe, no significa que corte toda relación con su equipo, pero algo cambia. Recordará cuando criticaban juntos a los jefes anteriores, y tendrá miedo de que a usted también le pase. Por ello, puede caer en el error de estar consultando y pidiendo feedback constantemente de sus acciones, y eso le puede hacer parecer débil. Pedir feedback está bien, escuchar a su equipo es necesario, pero confíe en su criterio, ahora es el líder.
Aproveche su experiencia anterior para corregir errores, e implementar los cambios que considere necesarios. No siempre serán bien recibidos, pero no debe frenarse. De vez en cuando examínese como lo hacía con el anterior jefe, con la mirada del empleado. Y no deje nunca que el puesto se le suba a la cabeza. Sea parte del equipo, la persona encargada de guiarles a todos. Sea empático, entienda las motivaciones, preocupaciones y temores de sus compañeros. Incentívelos.
Y, sobre todo, conviértase en líder, por encima de jefe. Confíe en si mismo. Confíe en su equipo. Enseñe y aprenda. Hable y escuche. Sea aquél que se gane el respeto de su equipo, y que de ello pueda nacer una nueva, o renovada, amistad.