No es exagerado decir que los anuncios son la base de toda la web. ¿El contenido que está leyendo ahora mismo? Sostenido por anuncios. ¿Google, Facebook, Pandora, Youtube? Impulsados por anuncios. Pero sabemos que no es un concepto nuevo: la radio y televisión prácticamente surgieron gracias a los comerciales. Porque, enfrentémoslo, algo tiene que pagar por todos los programas y servicios gratuitos que tenemos.
Por supuesto que existen formas en que los usuarios pueden eliminar el flujo aparentemente interminable de botones, banners, videos intersticiales y muchos más. Lo único que necesita es un bloqueador de publicidad: un plug-in de navegación diseñado especialmente para filtrar esas distracciones e interrupciones no deseadas.
Por otro lado, para algunos usuarios existe una preocupación más importante que el simple fastidio que traen los anuncios: la privacidad. Algunas páginas hacen más que bombardearlo de contenido lleno de carteleras digitales; registran sus visitas (usualmente vía dirección IP), e incluso rastrean sus movimientos hacia otros sitios web. Aunque la mayoría de veces es simplemente recopilación de datos, puede resultar bastante perturbador darse cuenta de que está siendo seguido virtualmente.
Debido a esto, algunos plug-ins van más allá de solo filtrar, prometiendo total protección de la privacidad contra cookies, trackers, scripts de terceros, widgets y otros.
Mientras que algunos de los plug-ins tienes apps de acompañamiento diseñadas para proteger los dispositivos móviles, nos centramos únicamente en los buscadores de la web. Nos enfocamos en dos buscadores: Internet Explorer y Google Chrome, los cuales tienen una participación de mercado combinada de alrededor de 80%, según Netmarketshare.
Instalamos uno por uno, luego visitamos una amplia gama de páginas web incluyendo Crackle, Facebook, Giveaway of the day, Huffington Post, Hulu, TMZ, Tucows Downloads y Youtube. Éstas representan sitios web populares y también menos conocidos; algunos notoriamente pesados con respecto a anuncios, mientras que otros enfocados principalmente en videos y descargas. Evidentemente los distintos sitios van a verse afectados de maneras diferentes por los bloqueadores de publicidad, pero en general se pudo rescatar una imagen bastante completa de lo que es la navegación del día a día con cada una de las herramientas.
Le echamos un vistazo a las páginas con y sin el plug-in para asegurarnos de que ninguno fuera demasiado exagerado al momento de filtrar, interfiriendo con el contenido o el diseño de la misma.
¿Y qué hay sobre la velocidad? En teoría, los bloqueadores de publicidad y filtros de privacidad deberían hacer que las páginas aparezcan más rápido, pues reducen la cantidad de contenido que se necesita cargar. Sin embargo, medirlo en el “mundo real” puede ser un tanto complicado, ya que hay demasiadas variables que determinan qué tan rápido se carga una página web. Y si la diferencia se reduce a unas cuantas milésimas de segundo, ¿realmente importa? Bueno, lo que se hizo fue buscar anomalías notorias, así como sitios especialmente rápidos o lentos, con o sin un plug-in instalado.
Un par de consideraciones
Tenga en cuenta que un bloqueador de publicidad no siempre va a distinguir elementos invasores de los que no causan problema. Por ejemplo, algunos pueden bloquear los botones de redes sociales, frustrando sus intentos de darle “me gusta” o tuitear sobre algo.
Otra sugerencia es sobre la financiación del bloqueador. Mientras que la mayoría de las apps que encontramos son gratuitass y abiertas para todos, respaldadas exclusivamente por donaciones, al menos una, DoNotTrackMe, emplea un modelo freemium (cobrando una cuota de suscripción si es que se desean ajustes avanzados), mientras que Ghostery le pide que proporcione datos de uso. De las seis herramientas que se analizaron, solo Adblock Plus tiene una opción de “anuncios aceptables” que permite propaganda de Google y otras compañías que pagan; que está activada de forma predeterminada. Pero se puede deshabilitar fácilmente para tener una experiencia totalmente libre de anuncios.
Hablando de esto, es una cosa proteger su privacidad, pero ¿se deberían apagar los anuncios que pagan por tantas cosas buenas online? Definitivamente en un tema para reflexionar, y si quiere un cuadro grande de discusión sobre bloqueadores de publicidad y cómo éstos pueden o no impactar al navegador, le sugerimos leer “Bloqueadores de publicidad: ¿Una solución o un problema?”, por Robert Mitchell.
AdBlock
Precio: gratis; acepta contribuciones del usuario
Compatible con: Chrome, Firefox, Opera, Safari
No se dejen confundir con Adblock Plus (originalmente una extensión de Firefox). AdBlock actualmente trabaja con Chrome, Safari, Firefox y con navegadores Opera.
Función: Bloquea anuncios, por supuesto. Mientras AdBlock esté instalado y funcionando, no debería encontrar ninguna propaganda, pop-ups o publicidades de video. No obstante, el plug-in no reconoce la prevención del seguimiento.
Resultados: Debido a que AdBlock no es compatible con Internet Explorer, las pruebas se limitaron a Chrome. El plug-in ofrece varias opciones útiles en su barra de herramientas desplegable, incluyendo la capacidad de pausarse, deshabilitándolo para la página actual o todo el dominio. Este último resultaría útil si se descubriese un problema con la compatibilidad de, por decir, un sistema de comentarios. No nos hemos tropezado con ninguno de estos asuntos.
Mejor dicho, AdBlock funcionó exactamente como lo anunciaron, manteniendo las publicidades fuera de todo lugar al que ingresamos. La experiencia en Crackle y Youtube sin anuncios fue algo maravilloso. Hulu detectó la presencia de AdBlock y mostró un mensaje pidiéndome que permita la propaganda. Sin embargo, después de unos 30 segundos, el mensaje desapareció y el video se reprodujo. La verdad es que aunque no tuvimos que ver el comercial, no disfrutamos mucho verlo sin interrupciones.
Además, AdBlock anotó solo cinco elementos bloqueados en TMZ.com, mientras que AdBlock Plus encontró 14. ¿A qué se debe la diferencia? Es difícil decirlo, pues ninguno de los dos indica qué es lo que ha sido filtrado. La única diferencia notable fue que AdBlock reformateó el contenido de la página para compensar por los anuncios eliminados, mientras que Adblock Plus dejó unos cuantos espacios vacíos.
En pocas palabras: Si desea una experiencia en línea prácticamente sin anuncios, esta herramienta es perfecta. Pero AdBlock no se enfoca tanto en la privacidad como Adblock Plus, y además los usuarios de Internet Explorer tendrán que ir a buscar a otro lado.
Adblock Plus
Precio: Gratis; acepta contribuciones de usuarios
Compatible con: Chrome, Firefox, Internet Explorer, Opera, Safari
No se dejen engañar por el nombre; Adblock Plus no es la versión “pro” de AdBlock. Por el contrario, es una herramienta bastante similar que por coincidencia tiene un nombre parecido. (De hecho, el anterior es un par de años más antiguo que éste.) Es algo controversial ya que acepta dinero de algunas compañías grandes para permitir sus anuncios como parte de su política de “publicidad aceptada”.
Función: Adblock Plus (conocido como ABP) elimina anuncios, pop-ups y videos de los lugares que visite. También desactiva el seguimiento, aunque no de forma predeterminada.
Resultados: Trabajó perfectamente bien en todos los sitios que se visitaron, así que es fácil entender su popularidad. Sin embargo, siendo ligeramente más bonito que AdBlock (al menos a la hora de ver el menú), ABP no tiene un par de herramientas que sí posee su competencia. Por ejemplo, no se puede desactivar al 100% ABP sin tener que adentrarse en los ajustes, mientras que AdBlock le permite pausarlo con tan solo un clic.
Filtró de manera efectiva los videos que se reprodujeron en Crackle y Youtube, pero cuando intentamos utilizar el streaming de programas para ver un episodio de “Party Down” en Hulu, ABP nos dejó viendo una pantalla en blanco. No hubo anuncios, pero tampoco video. Después de refrescar la página, sí se reprodujo -sin filtrar la publicidad.
Es curioso que una de las capacidades más promocionadas de ABP tenga que activarse manualmente: protección contra el seguimiento. De hecho, fue por accidente que descubrimos que no estaba activado: un link en la página de Features nos llevó directamente a la pantalla de opciones donde es activada esa protección.
En pocas palabras: Aunque quizá no sea el mejor add-on con “Adblock” de nombre, definitivamente es la mejor opción para usuarios de Internet Explorer. Mantiene anuncios y comerciales fuera de la vista, y opcionalmente trackers también.
Disconnect
Precio: Gratis; acepta contribuciones de usuarios
Compatible con: Chrome, Firefox, Opera, Safari
Disconnect tiene como objetivo mantenerlo en control de su información personal y lo realiza bloqueando todas las solicitudes de seguimiento. Tiene el diseño elegante de un producto comercial -de hecho, viene de un desarrollador comercial de software- pero se basa en un modelo “paga lo que quieras” (permitiéndole repartir su contribución a caridad si así lo desea). El desarrollador también ofrece apps para Android y iOS.
Función: Aunque conocida como una herramienta de privacidad, Disconnect también bloquea publicidad. Sin embargo, no hará nada con respecto a los comerciales que aparecen en, por decir, videos de Youtube.
Resultados: Una vez instalado, Disconnect lo lleva, a través de su ventana desplegable, a un tesoro de información. Por cada página que visite, se obtiene un resumen de todas las solicitudes de publicidad, analíticas, sociales y de contenido, hechas (y bloqueadas) mientras se carga. Además, para cada una de las categorías, se puede seleccionar la opción de mostrar una lista con las compañías actuales o sitios que efectúan esas solicitudes. Es informativo e interesante, pero probablemente superfluo para la mayoría de usuarios.
Del mismo modo, la vista de visualización de Disconnect muestra un ingenioso gráfico interactivo de las relaciones entre el sitio actual y los diferentes trackers. Es claro, pero algo que probablemente no utilice (o necesite) a menudo. Siendo de mayor utilidad, la ventana de estado muestra la cantidad de tiempo y ancho de banda que ha ahorrado utilizando Disconnect.
En lugar de un interruptor de encendido y apagado, Disconnect le da la opción de agregar el sitio que está viendo en ese momento a una lista blanca o de confianza, lo que permite todos los anuncios y demás -sin dejar de mantener un registro de todos esos elementos, lo cual es genial . Además, suponiendo que le gustaría por alguna razón, puede autorizar manualmente los sitios y servicios individuales.
En pocas palabras: Disconnect lo aísla de casi todos los sitios excepto el que está viendo en ese momento y filtra los anuncios. Incluso si nunca se interesa por su bonita interfaz, puede estar tranquilo sabiendo que está trabajando en el background.
DoNotTrackMe
Precio: Gratis para versión básica; 5 dólares/mes por versión Premium
Compatible con: Chrome, Firefox, Internet Explorer, Opera, Safari
Siendo el único producto directamente comercial en el grupo, DoNotTrackMe (DNTM) opta por un enfoque freemium con respecto a privacidad: obtiene las características básicas de anti-tracking gratis, mientras que la suscripción Premium -la cual agrega otros ajustes como la gestión de contraseñas- cuesta cinco dólares mensuales. El desarrollador también ofrece apps para Android y iOS.
Función: El nombre de DoNotTrackMe subcotiza sus capacidades, ya que este plug-in no solo bloquea los anuncios y trackers, sino que también proporciona una gestión básica de contraseñas y alias (o “máscaras”) para direcciones de correo electrónico, números de teléfono y de tarjetas de crédito. (Estas dos últimas opciones requieren de la versión Premium de DNTM).
Resultados: Más características pueden significar una mayor complejidad, y DNTM ciertamente tiene la curva de aprendizaje más empinada que cualquiera de las herramientas en el grupo. Pero vale la pena el esfuerzo.
Para empezar, debe registrarse para tener una cuenta, incluso para algo tan básico como el acceso al menú de estado en la barra de herramientas de su navegador. Una vez que lo realiza, le presentan cuatro opciones básicas: Cuentas (la contraseña/auto inicio de sesión como administrador), Billetera (almacenamiento de información de tarjetas de crédito/débito), Encubrimiento (creación de alias de información personal) y Seguimiento (o, más bien, el bloqueo de trackers). Este último es obvio, pero las demás requieren un poco de exploración -y probablemente unas cuantas visitas a las guías de ayuda en línea.
Si lo que quiere es el bloqueo de seguimiento y publicidad, DNTM funciona bastante bien en el background. Una vez que haga clic a través de la zona de seguimiento de la ventana de opciones, verá una lista de los trackers bloqueados para ese sitio -con la opción de desactivar el bloqueo individual o de la página entera.
Luego, hay un vínculo para el Tracking Dashboard que se abre en una nueva pestaña y muestra un gráfico con el número total de trackers bloqueados en los últimos 10 días. Interesante información, pero pienso que debería haber sido integrada directamente al plug-in en lugar de requerir una pestaña aparte.
También probamos brevemente las otras características, tales como la gestión de contraseñas, y funcionaron como las publicitaron.
En pocas palabras: A pesar de ser un capaz bloqueador de publicidad y seguimiento con buenos detalles extras, DoNotTrackMe se siente innecesariamente complejo. Aun así, la opción de alias de tarjetas de crédito es muy sólida y le suma puntos a la suscripción Premium.
Ghostery
Precio: Gratis; respaldado por “donaciones” opcionales de datos de seguimiento
Compatible con: Chrome, Firefox, Opera, Safari
Los fantasmas no pueden verse, y es exactamente este tipo de invisibilidad a la que Ghostery apunta al momento de adentrarse en la web, recurriendo a lo que los desarrolladores llaman la más grande base de datos de seguimiento de la web. Es totalmente gratis, ni siquiera una donación de dinero, pero está comprometido en algunas extracciones de datos anónimas: su característica Opt-in Ghostrank recolecta información sobre el buscador que usa, sitios que visita, trackers con los que se ha topado, etc.
Función: Desde el primer segundo, Ghostery bloquea los cookies y scripts rastreadores. Sin embargo, en los ajustes encontrará un rango de opciones adicionales de bloqueo: publicidad, analítica, privacidad y widgets. Dentro de esas categorías puede elegir entre bloquear parte, todo o nada de lo que Ghostery encuentre.
Resultados: Ghostery da una buena primera impresión con un útil tutorial que aparece cuando selecciona por primera vez el ícono de la barra de herramientas. Pero… ¿La segunda impresión? Menos buena. De forma predeterminada aparece un feo cuadro morado cada vez que reconoce un tracker. Hay la opción de desactivarlo, pero es una distracción innecesaria y poco acogedora que, para comenzar, ni siquiera debería aparecer.
Como la mayoría de bloqueadores de publicidad, Ghostery muestra un contador numérico de elementos bloqueados en el ícono de la barra de herramientas. Con un clic se revela el menú completo. Este consiste en una lista de trackers; cada uno consta de una breve descripción de lo que es (publicidad, analítica, etc.) y un interruptor on/off. Gracias a esto, la personalización se vuelve bastante simple para cualquier página web, y ayuda a reconocer y aprender cómo es que diferentes elementos afectan lo que vemos.
Por ejemplo, si conoce un sitio particular que utiliza Livefyre como su sistema de comentarios, y se encuentra con la sorpresa de que la ventana de comentarios ha desaparecido, significa que Ghostery está bloqueando Livefyre, así que solo es cuestión de desactivar esta función en el menú desplegable.
Por otro lado, este tipo de detalles hacen que Ghostery se sienta menos automatizado que otras herramientas, pues prácticamente le fuerza a analizar y personalizar los distintos tipos de bloqueadores de publicidad. Por otro lado, después de activar el bloqueo, nos encontramos con la grata sorpresa de que los videos de Youtube se reproducían sin comerciales, pero los videos musicales de Vevo ni siquiera funcionaron. Para encontrar una solución alternativa hubo que probar varias veces con los interruptores.
En pocas palabras: Asumiendo que se puede dejar de lado la ironía de un plug-in de privacidad que se basa en la recolección de datos de uso, Ghostery ofrece una gama bastante amplia de capacidades de bloqueo -pero definitivamente requiere que el usuario aprenda sobre él y lo personalice.
Privacy Badger
Precio: Gratis; acepta contribuciones de usuarios
Compatible con: Chrome, Firefox
Siendo un proyecto de la Electronic Frontier Foundation (EFF), Privacy Badger es sin duda el bloqueador de anuncios y trackers más altruista que puede obtener. El principal objetivo de la EFF es “defender las libertades civiles en el mundo digital” -en este caso, impidiendo que los anunciantes y otras personas puedan rastrear sus movimientos de la web.
Función: Basado en el código de Adblock Plus (pero con una aplicación muy diferente, y limitándose solo a Chrome y Firefox), Privacy Badger bloquea a los mismos de siempre: anuncios, imágenes de terceros, scripts y todo tipo de trackers.
Resultados: En una palabra: mediocre. Privacy Badger no bloqueó los banners en sitios como Facebook y YouTube, mientras que los anuncios que bloqueó en otros lugares fueron representados por cuadros feos y grises con íconos pixeleados de caras tristes en el centro. Por otro lado, sí sacó los anuncios publicitarios de los videos de YouTube, más no los de Hulu.
Desde un punto de vista de facilidad de uso, Privacy Badger pretende mantener las cosas simples -teniendo resultados confusos. No hay ajustes globales (excepto activar/desactivar), con el objetivo de no marear a los usuarios con la personalización. Digamos que eso es un cambio agradable en comparación a Ghostery, pero quizás va demasiado lejos. En efecto, la herramienta no ofrece configuración o controles aparte de uno deslizante de tres posiciones para cada tracker que detecta.
Esas posiciones son rojas, amarillas y verdes, que significan “bloquear un dominio”, “bloquear cookies” y “permitir un dominio”, respectivamente. Para cada sitio que visite y cada tracker detectado, Privacy Badger establece los interruptores que considere convenientes. Pero, ¿cómo saber si debe cambiar, por ejemplo, “apis.google.com” de amarillo a rojo? ¿Y por qué un sitio como TMZ muestra tantos trackers de color verde?
Afortunadamente, no es necesario hacer cambios a menos que se tope con algún tipo de obstáculo, como un sistema de comentarios que no funcione correctamente. Pero para principiantes, e incluso algunos usuarios expertos en tecnología, Privacy Badger a veces plantea más preguntas que respuestas.
En pocas palabras: Opciones de compatibilidad y personalización limitadas obstaculizan este plug-in, que simplemente no es tan eficaz como otros bloqueadores. Y por lo tanto, difícil de recomendar.
Conclusión
¿Hay algún bloqueador de publicidad que destaque del resto? No realmente.
Si siempre está usando uno de estos productos (o algo similar), probablemente no encuentre incentivo suficiente como para cambiarlo. Los usuarios de Internet Explorer solo tienen dos opciones, Adblock Plus y Ghostery. Y para todos, menos los usuarios más expertos en tecnología, yo recomiendo la primera. Para los demás, AdBlock y Disconnect realizan un trabajo excelente bloqueando publicidad y protegiendo su privacidad.
Un pequeño recordatorio con respecto a los anuncios -alguien tiene que pagar por gran contenido como éste.
– Rick Broida, Computerworld EE.UU.