Un grupo de senadores americanos han resucitado una propuesta que requiere a los grandes distribuidores online a cobrar un impuesto sobre las ventas a los consumidores.
Los nueve senadores presentaron el martes una propuesta legislativa que permitiría a los estados cobrar impuestos sobre ventas, más del 9% en algunos estados, a los grandes vendedores en internet que no tienen operaciones en los estados que cobran los impuestos.
El Marketplace Fairness Act es parecida a la legislación que ya fue introducida, pero que no fue aprobada en las dos últimas sesiones del Congreso de los Estados Unidos. Una versión de la propuesta fue aprobada por el Senado por una votación de 69-27 en Mayo de 2013, pero la Cámara de Representantes no actuó sobre ella.
Los legisladores han intentado durante más de una década aprobar un impuesto sobre ventas en internet. Los defensores del impuesto sobre ventas online afirmaron que los negocios locales están en desventaja, porque ellos tienen que cobrar impuestos sobre las ventas, mientras que los distribuidores online, en la mayoría de los casos, no.
La legislación es “de apoyo a los puestos de trabajo en nuestras ciudades”, afirmó en un comunicado el senador republicano por Wyoming, Mike Enzi, uno de los firmantes. “Es sobre la gente que son nuestros vecinos que trabajan en nuestras tiendas locales”.
Algunos grupos de comercio electrónico y legisladores anti-impuestos se han opuesto a un impuesto sobre las ventas online. Los críticos afirman que sería difícil para los vendedores online cumplir con un nuevo sistema fiscal, y que les expondría a auditorías por parte de estados de todo el país.
Otros críticos ven en un impuesto sobre ventas online un nuevo costo para los compradores. La mayoría de los estados con impuestos sobre ventas, requieren a los compradores a que calculen sus propias compras online y paguen impuestos sobre esas compras, pero sólo un pequeño porcentaje de personas cumplen con este requisito, y los estados no persiguen activamente estas provisiones.
Actualmente los distribuidores online tienen que cobrar impuestos sólo en los estados donde tienen presencia física, incluyendo tiendas físicas y almacenes. Algunos negocios han pedido al Congreso que cambie la normativa fiscal después que un caso del Tribunal Supremo en 1992 prohibiera que los estados cobraran impuestos sobre las ventas a vendedores de fuera del estado.
El tribunal, no obstante, dejó una puerta abierta para que el Congreso pudiera coordinar una recaudación de impuestos sobre las ventas y permitir la recaudación de impuestos sobre las ventas fuera del estado.
La Asociación de Líderes de la Industria Minorista ha alabado la propuesta, afirmando en un comunicado que así se terminaría con un “tratamiento fiscal especial otorgado a los distribuidores sólo online”.
– Grant Gross, IDG News Service