El próximo 17 de mayo es el aniversario de la firma del primer Convenio Telegráfico Internacional y de la creación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés), brazo especializado en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En ese día ha sido ubicada la celebración del Día de Internet 2015, fecha que recupera además la celebración internacional del Día de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información.
Fecha útil sin duda para repasar los avances y asignaturas pendientes en materia de conectividad en México, es decir, de la tarea colectiva para cerrar la brecha digital.
Aritmética de la conectividad
Por una parte es una buena señal encontrar que en transcurso de un año, el número de internautas ha crecido 8% al pasar de 51.2 millones a 55.3 millones, que representa el 46% de los 120.4 millones de habitantes en el país. Sin embargo el elemento de preocupación aquí es que la mayoría de la población continua en condición de desconexión, o sea los 65.1 millones restantes que representan el 54% de la población.
Al ajustar la población con el cálculo del tamaño de la demanda potencial por servicios de internet, dejando de lado a los niños menores de 6 años y a adultos mayores de 80 (ajuste que en lo sucesivo no debería hacerse, por su creciente incorporación al uso efectivo) la población objetivo total se reduce en 6.3% y llega a 112.8 millones de mexicanos, con lo que nos siguen faltando una mayoría de 57.5 millones en conectividad regular.
En términos de hogares, poco más de una tercera parte (34%) cuentan con servicio de banda ancha, mientras que las dos terceras partes restantes no lo están.
Es motivo de preocupación que ese diferencial adicional luce como el más difícil de conectar, por razones de falta de cobertura y de poder adquisitivo, entre otras causales.
Orígenes y factores de la desconexión
Efectivamente, también por el lado de la oferta existen dificultades que inhiben el acceso regular a internet para todos y que están asociadas al déficit de infraestructura.
Ante ello, es un objetivo nacional la suma de esfuerzos individuales de todos. Sector público, de la mano con empresas de la industria, así como de miembros de la sociedad civil, para continuar las acciones necesarias para hacer de internet un servicio disponible y asequible para todos.
De manera que sea posible alcanzar la plena satisfacción del derecho de acceso a internet incorporado, desde junio de 2013, en el capítulo de derechos de nuestra Constitución.
Con todo, es un día que más que hacernos mirar al pasado, nos debe obligar a asegurar la puesta en marcha de verdaderas acciones para resolver las disparidades digitales, garantizando así un acceso a Internet plenamente incluyente, es decir para todos los mexicanos.
– Ernesto Piedras, The CIU