La misión principal de la computación siempre ha sido la de automatizar el negocio; y la segunda más importante ha sido la de automatizar la automatización, una búsqueda que se vuelve cada vez más importante y urgente a medida que la tecnología de centros de datos logra tal complejidad imponente que amenaza con colapsar bajo su propio peso.
La nube privada es el último intento de aumentar la eficiencia y agilidad de la gran variedad de software y hardware extendida a través de los centros de datos. La idea es juntar los recursos de computación, almacenamiento y de red, y administrarlos desde un punto de control central de software en vez de luchas para suministrar, supervisar, administrar y reconfigurar toda esa estructura manualmente.