De acuerdo con Blue Coat System, en los próximos años una parte importante de las operaciones comerciales de una organización estará soportada por aplicaciones móviles. Cada vez más las compañías están aprovechando su uso para fortalecer sus relaciones dinámicas e intercambio de información a fin de mantener su competitividad.
El número de usuarios de aplicaciones empresariales en México es de 11.5 millones de personas, lo cual representa el 27 por ciento del total de los usuarios que hacen descargas de aplicaciones, de acuerdo con el último estudio de The CIU (The Competitive Intelligence Unit). De esta cifra se desprende que el 75 por ciento se realiza en smartphones, contra el 23 por ciento en tabletas electrónicas. Las aplicaciones corporativas que predominan son las de correo electrónico (22 por ciento), gestión de archivos (17 por ciento), consultas de información diversa (10 por ciento), y redes sociales, hojas de cálculo y procesador de textos (8 por ciento).
Blue Coat System advirtió que las empresas deberán sustentar este crecimiento en una plataforma de seguridad sólida ya que las aplicaciones móviles no sólo consumen valioso ancho de banda corporativo, sino pueden exponer a su red y sistemas a los peligros de malware y otras intrusiones aumentando la probabilidad de pérdida de información.
En ese sentido, Daniel Casados, director general de Blue Coat México, destacó que las organizaciones deben asegurar el estado de salud de sus aplicaciones móviles, de lo contrario un hueco o vulnerabilidad puede ser aprovechado por personas malintencionadas y poner en riesgo a la compañía.
Según un estudio de IBM/Ponemon, cerca del 40% de las grandes compañías, incluyendo a una significativa cantidad que forma parte del ranking Fortune 500, no está tomando las precauciones necesarias para proteger las aplicaciones móviles que desarrollan para sus clientes. También se encontró que un 33% de las compañías nunca prueba sus aplicaciones.
Durante el desarrollo de las aplicaciones móviles, aspectos como la utilidad para el usuario final está por encima de la seguridad y la privacidad. El 65% de las organizaciones afirmó que la seguridad se ve a menudo comprometida por las demandas del cliente y el 77% menciona “las prisas por el lanzamiento” como la razón principal por la que las aplicaciones contienen un código vulnerable.
Por otra parte, el directivo destacó que con el predominio de las tabletas y teléfonos inteligentes, BYOD (Bring Your Own Device) se ha convertido en un lugar común en el ambiente de trabajo donde los empleados se conectan regularmente desde sus dispositivos personales a la red corporativa y descargan aplicaciones móviles sin permiso del departamento de TI aun cuando reconocen los riesgos que esta acción conlleva.
Daniel Casados recomendó contar con una protección completa que permita ajustar la actividad de las aplicaciones web y móviles para cumplir con normativas y prevenir la pérdida de datos. Además el control granular de aplicaciones web y móviles ayuda a proteger a la organización y reduce el uso del valioso ancho de banda de la red, que es fundamental para las actividades comerciales críticas.