Después de la incorporación del correo electrónico desde la nube, Adriana Islas, CIO de Estafeta Mexicana, le quedó claro que todos los servicios que le ‘dan la cara’ al cliente tenían que ser migrados a la misma plataforma.
Así, en 2012 arrancó el proyecto cuyo objetivo era que todo aquel servicio que tuviera que proporcionar información a los clientes, como servicios vía web, consultas de rastreo, consulta de oficinas y solicitud de recolección, entre otros, estuvieran en la nube. “También están en la nube los servicios que prestamos a los clientes a través de web services, lo que nos permite ligar procesos. Y es sumamente importante que todos estos servicios estén disponibles para los clientes evitando dejarlos truncados a la mitad de un proceso”, explicó la CIO.
Ligado a este proyecto, este mismo año se realizó la liberación de aplicaciones móviles para Android, iOS, BlackBerry y un fast tap para plataformas HTML5, en donde se incluyeron funcionalidades básicas, pero importantes, de Estafeta Mexicana como el rastreo, consulta de oficinas y códigos postales, agregados a funciones típicas de smartphones como mapas o un botón de llamada directa al call center de la empresa.
La liberación de una aplicación provocaba cierta incertidumbre. Sin embargo, con los dos proyectos trabajando de la mano, la situación estaba bajo control. “Cuando se libera una aplicación móvil, no hay mucho control de los usuarios o de la carga que habrá, no sabíamos si íbamos a tener 2 mil o 20 mil descargas, por eso fue importante tener una alta escalabilidad con los servicios en la nube”, aseguró.
Para Adriana Islas, los resultados se perciben directamente en los clientes. “Tuvimos que hacerlo, la tendencia es el cambio del comportamiento de los clientes”, comentó. Actualmente, la aplicación móvil, llamada Estafeta Móvil, ha superado las 15 mil descargas tan solo en iOS.
Ahora la CIO está trabajando en un importante proyecto de Big Data. “Ahora estamos migrando los primeros procesos. Teníamos algunos que corrían en batch en la noche, tardaban de cuatro a seis horas. Hoy, con la plataforma GreenPlung de EMC, tardamos un par de minutos. Lo que sigue es trabajar en la detección de fraudes y en la segmentación y optimización de rutas”, concluyó Adriana Islas.