En el mundo actual, los clientes esperan o incluso exigen obtener un beneficio inmediato de los productos y servicios que reciben. Esto obliga a las empresas a buscar constantemente maneras de mejorar su capacidad de responder a estas demandas y, al mismo tiempo, mantener una ventaja competitiva en el mercado: básicamente, siempre se están esforzando por lograr mayor agilidad empresarial. Forrester define la agilidad empresarial como “la cualidad que permite a una empresa adaptarse a los cambios operacionales y del mercado de forma rutinaria”.
La tendencia hacia la agilidad empresarial no es nueva. Las empresas están buscando constantemente formas de optimizar la entrega de servicios a sus usuarios finales.