La inflación la sufrimos todos. Desde hace meses, grandes y pequeñas empresas, al mismo tiempo que la economía doméstica, padecen la subida de precios provocada en gran parte por el efecto de la contingencia sanitaria (acentuado actualmente en China y el sudeste asiático), el lento regreso de trabajadores a la actividad productiva, además del conflicto bélico en parte de Europa.
Ante este panorama, gobiernos en todo el planeta han promovido programas económicos que buscan desacelerar los efectos de este fenómeno. Aunque han resultado útiles a corto plazo, lo cierto es que no han sido suficientes para contener la inestabilidad de los mercados y el desaceleramiento de las cadenas de suministro. Y ese es un tema que preocupa a todos.
En este escenario, las empresas tampoco tienen certeza al respecto. Si consideramos que la mayor parte de ellas padecieron durante dos años una disminución abrupta en sus procesos productivos, la actual inflación vino a complicar aún más su regreso a la normalidad. El problema para las unidades económicas está en que no saben cuándo y cómo este fenómeno terminará, lo que complica decisiones de compras, inversiones, contrataciones o solicitudes de crédito. Por eso es relevante que sepan en qué y cómo gastar.
El riesgo de un ineficiente control de gasto
Cuando la inflación se presenta, es fácil detectar cómo la cantidad de capital que teníamos ya no alcanza para comprar lo mismo que antes. Esto, por supuesto, nos afecta a todos (sobre todo a las organizaciones y personas que cuentan con menos dinero y acceso a los servicios financieros).
La volatilidad del mercado impacta directamente a las compañías, más a aquellas que no tienen un control –real y efectivo– en su presupuesto. Y es que cuando existe una desorganización en el manejo de sus ingresos y egresos, es común que se presenten dos situaciones:
- La primera tiene que ver con incrementar sus gastos/compras, al tiempo que, derivado de los atrasos en las cadenas de suministro, sus proveedores no tienen recursos o insumos para atender su demanda. Esto conlleva a no tener capacidad de atender pedidos, generar desorden en su almacén y provocar una mala experiencia en el servicio y atención a sus clientes.
- La segunda ocurre cuando una compañía que no tiene claridad en sus ingresos hace compras, invierte o solicita créditos sin conocer su capacidad de liquidez, lo que lleva a que genere un hueco –cada vez mayor– en sus finanzas. Lo grave aquí es provocar un endeudamiento que comprometa su capacidad de operación y genere atrasos en áreas clave.
Esta es apenas una muestra del panorama al que se enfrentan las empresas hoy en día. Podríamos hablar de otros gastos, como por ejemplo: viáticos, gestión de compras, nuevas contrataciones, adquisición de equipo, etcétera
Por ello, es importante generar amplios ahorros de costos, acelerar la transformación digital y abordar los silos organizacionales para lograr mejores resultados de manera colectiva. Además, es urgente obtener una mayor visibilidad y control sobre el gasto y la liquidez, para mitigar riesgos de terceros y aumentar la agilidad para adaptarse a las incidencias del mercado.
La tecnología es la solución
No se trata sólo de lo que gastan, por supuesto; también importa dónde. Para explicarlo mejor, aquí un dato interesante: durante la pandemia, de acuerdo con una encuesta internacional que desarrollamos en la compañía, casi el 75% de las empresas enfrentó problemas en la cadena de suministro, lo que provocó que muchas de ellas sean vulnerables a cambios repentinos en la forma en que operan.
Es poco probable que esto sea una solución rápida, pero las empresas deben encontrar formas de hacer que sus cadenas de suministro estén mucho más centradas en el cliente para impulsar el crecimiento y la sostenibilidad, al mismo tiempo que continúan reduciendo los costos y riesgos operativos generales en los eslabones.
Adoptar tecnología como Coupa Business Spend Management (BSM) resulta una solución para enfrentar la volatilidad derivada de la inflación porque, al contar con un control claro y preciso del manejo de presupuesto, le brinda a las organizaciones la capacidad de decidir en qué y dónde colocar su dinero, además de prever y proyectar cuáles serán sus planes a futuro.
Jonathan Porta, regional VP sales para LATAM de Coupa.