El calendario de la era digital en la que vivimos alerta sobre la proximidad de la conmemoración del Día de Internet. Resulta hoy ocioso argumentar sobre la especial atención que merece ante un mundo que se inclina a reconocer el acceso digital como derecho de las personas, y por tanto, la generación de políticas públicas para garantizar su democratización efectiva.
Sin duda, constituye una fecha útil para reflexionar en retrospectiva el avance que se ha obtenido en términos de conectividad y profundización de tecnologías de la información en la sociedad mexicana. Una especie de corte de caja y revisión de cifras relevantes que regalen una mirada a los esfuerzos que deben concurrir para acortar la brecha de conectividad en nuestro país.
Orígenes de la celebración
El 17 de mayo de cada año marca la efeméride del Día de Internet, pero también el Día de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (que se celebra desde 1969) y que recuperan la conmemoración del aniversario de la firma del primer Convenio Telegráfico Internacional llevada a cabo en 1865, hecho cimiento que define el modo de interconectar las redes entre países.
Es claro que a casi medio siglo de que el internet viera la luz en la sociedad humana, los beneficios proyectados de la red de redes han sido conocidos. Sin embargo, conviene realizar un recuento para demostrar su preponderancia en diversas esferas de interacción humana.
En primer lugar, el vínculo económico, internet contribuye al incremento del capital social y humano, fortalece la conexión de los mercados, así como incentiva la creación de industrias y compañías alrededor de su círculo de aplicación.
Con respecto a su relación con la política, incentiva la elección informada y reflexiva, y se convierte en un medio de satisfacción de libertades y derechos, como la libertad de expresión y el acceso a la información.
En términos sociales, la interconexión de redes aproxima la interacción humana a distancia, además conforma un mecanismo de transformación cultural y participación en la formación del ser humano.
Por último, la vinculación de internet con la generación de tecnología es simbiótica, de tal manera que aquel fomenta la generación de medios de acceso (dispositivos electrónicos), desarrollo de aplicaciones, creación de contenidos informativos y de entretenimiento, así también la fecundación de nuevas redes.
Diagnóstico y el camino hacia adelante
En México somos 117.1 millones de personas, de las cuales 45.1 millones se dicen internautas. Lo cual implica 71.9 millones marginados digitales, equivalente a casi 2 de cada 3 mexicanos. Por su lado, la banda ancha en el país continúa teniendo una baja penetración en la población, esto se traduce en una penetración menor de 13% para la primera, con una disponibilidad de 1 cada 10 personas en el segmento móvil.
Estas cifras ilustran los contrastes de conectividad existentes en el día de internet y de las telecomunicaciones, pero envuelven algunos apuntes que en gran medida deben ser recuperados en la implementación de políticas de embate a la brecha digital, los pactos y reformas en el sector de telecomunicaciones. Nuestra esperanza está fija en que las bondades de internet lleguen a todos, puesto que su acceso está ligado directamente a la productividad y desarrollo de las personas.
Con todo, es un día que mas que hacernos voltear hacia atrás nos debe obligar a asegurar que en camino hacia adelante, sea un tema plenamente incluyente pero para todos los mexicanos.
Por Ernesto Piedras y Radamés Camargo.
Ernesto Piedras es director general de The Competitive Intelligence Unit, S.C., consultora de análisis económico especializada en telecomunicaciones e Industrias Culturales. Puede contactarlo en ernestopiedras@epiedras.net y seguirlo en Twitter: @ernestopiedras. Puede contactar a Rademés Camargo en radames.camargo@the-ciut.net.