El potencial de uso de la Inteligencia Artificial marca un nuevo hito con su llegada al sector de las bebidas espirituosas. La destilería sueca Mackmyra integró machine learning en parte del proceso de elaboración de whisky, el primero en que se emplea esta tecnología. Se podrá catar a partir del próximo otoño.
En el proceso de elaboración del whisky intervienen distintos elementos. Más allá de la propia mezcla que se fermenta, la elección de las barricas en las que se efectúa el reposado y la maduración de la bebida tienen importantes implicaciones en su sabor y su aspecto; por ejemplo, si estos barriles se han empleado antes para almacenar otro licor.
Es en la elección de estas combinaciones en las que Mackmyra ha incorporado el uso de modelos de ‘machine learning’, creados por la empresa Fourkind y aplicados a través de Microsoft Azure y sus herramientas cognitivas. Se han analizado las recetas previas de la destilería, las cifras de ventas, las preferencias de sus consumidores y otros datos, como qué mezclas han sido premiadas, para establecer nuevas guías, muchas de las cuales no se habrían considerado.
El algoritmo predice cuáles tendrán mejor acogida y mayor calidad, en función de los barriles con los que cuente la empresa en sus almacenes.
De acuerdo con información proporcionada por la empresa MackMyra, esta es la “primera vez que se emplean modelos de inteligencia artificial para aumentar y automatizar el proceso de creación del whisky”, pero su aplicación no está concebida para reemplazar el trabajo del maestro destilador, quien se encarga tradicionalmente de realizar estas pruebas.
En la compañía sueca, ésta es la tarea de Angela D’Orazio, quien asegura que el uso de la IA no pone en peligro la figura del profesional. “Aunque la receta del whisky está creada por IA, la experiencia y el conocimiento de las personas es clave, especialmente de la parte sensorial humana, que nunca puede ser reemplazada por ningún programa”. Esto es, quieren lanzar un whisky “generado por IA, pero madurado por humanos”.
Desde Fourkind Jarno Kartela, Machine Learning Partner, apunta a otros usos similares de modelos de inteligencia artificial, como “recetas para dulces, perfumes, bebidas e incluso diseños de zapatillas de deporte. Muchos de ellos ya se han intentado poner en marcha”, explica, “pero la adopción a gran escala todavía tiene camino por recorrer”.