Un juez federal de Nueva York falla a favor de Apple frente a la demanda del FBI en un caso de narcotráfico.
Tanto el Buró Federal de Investigaciones (FBI), representado por su director James Comey, como Apple, representada por su vicepresidente de asuntos legales, Bruce Sewell, defendieron ayer sus posturas en el Congreso de Estados Unidos, para tratar de poner punto final al debate sobre el cifrado de seguridad y el propio proceso judicial que mantienen desde hace meses.
Apple compareció en el Congreso reafirmando su postura tras la decisión de un juez del estado de Nueva York de no obligarles a facilitar el acceso a la información de un dispositivo móvil involucrado en un caso de narcotráfico en ese estado.
Un recuento del caso
El desacuerdo entre la compañía de Cupertino y el FBI se remonta concretamente al mes de diciembre, tras un tiroteo en la ciudad californiana de San Bernardino en el que murieron 14 personas. El FBI pidió a Apple acceder al disco duro del iPhone del acusado Rizwan Farook, amparándose en el estatuto All Writs Acts. En este caso, la jueza dio la razón al gobierno estadounidense, decisión que Apple ha recurrido tras negarse a crear una versión modificada de iOS que permita al FBI el acceso a la información del disco duro.
Sewell defendió la postura de Apple de no hacer cambios en el sistema operativo: “En lugar de pedir ayuda a Apple para eliminar el sistema de contraseñas que borra toda la información del dispositivo tras diez intentos fallidos, el FBI podría hacer cientos de copias del disco duro”. De esta manera, el FBI se evitaría tener que llevar a Apple ante la justicia en el caso contra Rizwan Farook.
Por su parte, el FBI asegura no haber encontrado otras formas de tener acceso a esta información sin ayuda de Apple. “Si hubiéramos tenido otra manera de hacer esto en privado, lo habríamos hecho”, aseguró Comey. La agencia también reconoció haber cometido un error al pedir el cambio de la contraseña del iPhone del sospechoso pocas horas después de la matanza de San Bernardino.
Por el momento, Apple ha conseguido mantener su posición y sólo se ha comprometido a entrar en un debate sobre la política de privacidad, aunque propuestas concretas. El Congreso podría forzar a Apple a prestar ayuda en futuras investigaciones.
Surge la polémica
Los críticos de Apple consideran que la compañía está ignorando la seguridad pública. Para el propio Comey, el cifrado y la seguridad de los smartphones supondrán un problema al mantener la vida privada de los sospechosos fuera del alcance de la policía.
Para los detractores del FBI, esta petición de la agencia federal podría dar lugar a otros cientos de demandas similares.
“Los criminales encontrarán maneras de explotar los agujeros obligados en el cifrado”, afirmó Zoe Lofgren, demócrata de California.
-Grant Gross, IDG News