El avance tecnológico de las últimas décadas ha sido sorprendente: hoy hablamos con normalidad de autos y cámaras inteligentes, electrodomésticos conectados, drones, taxis aéreos y muchas otras innovaciones que son viables gracias a la existencia de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), realidad virtual y aumentada (VR/AR), Internet de las Cosas (IoT) y automatización, y cuyo fin es hacer nuestra vida más fácil.
En la práctica, ciertamente aún no forman parte del acontecer diario de muchos de nosotros, pero falta poco para que sean elementos cotidianos para todos.
Frost & Sullivan[1] pronostica 12 grandes transformaciones para 2030. De ellas, algunas se habrán extendido para entonces desde los sectores industriales a nuestra vida diaria.
Éstas son las que consideramos prioritarias: 1) Mundo autónomo e inteligente, desde nuestros hogares y vehículos, hasta el espacio aéreo, pasando por cada instalación que visitemos; 2) Vida totalmente conectada, a través de una perfecta integración de voz, video y datos que proveerá conectividad ubicua (cualquier lugar y cualquier momento); 3) Realidad digital, con tecnologías de VR/AR evolucionadas creando un entorno continuo de realidad virtual total, y 4) Latencia cero, que surgirá a partir de los avances de la red 5G (ya en curso) y la introducción de la 6G, para que millones de dispositivos conectados interactúen en tiempo real con una latencia de microsegundos.
Esto se traduce en un sinfín de posibilidades. Tan sólo en los hogares, por ejemplo, los sistemas de iluminación, ambientación, clima y seguridad estarían automatizados y serían inteligentes; robots, máquinas y plataformas tecnológicas facilitarían las tareas diarias; cafeteras, lavavajillas, lavadoras y otros instrumentos sabrían cuándo deben encenderse con una programación inteligente; el refrigerador nos informaría de los alimentos que hacen falta y con sólo hacer la confirmación con un clic se haría la compra y un dron nos la llevaría a casa (no hay problema si no nos encontramos, pues bastaría con enviar una llave digital encriptada para que los productos fueran colocados en el interior sin problema).
A cualquier parte donde vayamos, e incluso en lo que usemos para transportarnos, también las tecnologías y el Wi-Fi estarán a nuestro servicio.
Las comunicaciones y la movilidad impulsadas por IA (si bien esto será algo transparente para nosotros), nos acercarán a todo tipo de servicios.
Y en los supermercados y demás establecimientos comerciales, también habrá innovaciones interesantes. La firma de inteligencia de mercados CB Insights[2] sugiere una serie de tendencias, de las que destacamos las siguientes:
- Estaremos acostumbrados a convivir con drones, cámaras y pantallas inteligentes al acudir a comprar. Éstos se usarán tanto para que los negocios puedan optimizar su inventario como para recolectar la mayor información posible de los consumidores (incluyendo nuestras emociones), para complacer nuestros gustos.
- Los teléfonos móviles serán la manera idónea de interactuar con las tiendas, a través de maniquíes con códigos QR, por ejemplo, así como para hacer los pagos.
- La combinación de cámaras inteligentes, sensores en estanterías y tecnologías RFID harán que las cajas automatizadas sean una realidad cada vez más común, al igual que los almacenes de pedidos online autónomos, los cuales se basarán en tecnología robótica.
¿Así será nuestra vida diaria realmente? Es una posibilidad. Lo que sí es un hecho –porque estamos encaminados hacia ello– es que el despliegue de redes de banda ultra ancha y de alta velocidad con tecnologías 5G y Wi-Fi 6, así como las siguientes generaciones de éstas, nos permitirán cerrar la brecha entre los mundos físico y digital para alcanzar, eventualmente, un tipo de vida cada vez más inmerso en la tecnología.
La base de este nuevo mundo inteligente y automatizado, que está a unos cuantos años de distancia, es la conectividad.
Estamos seguros de que nada de lo arriba mencionado, ni lo que podamos imaginar, sería posible de no contar con una conectividad eficiente, rápida, segura y total. Y ésta se encuentra cada vez más lista para soportar ese prometedor futuro.
[1] “Global Mega Trends to 2030”, Frost & Sullivan.
[2] “The store of the future: What retail could look like in 2030”, CB Insights.
Por Marco Tena, System Engineering Manager, Aruba México, una empresa de Hewlett Packard Enterprise.